HABLEMOS DE…LAS BALDOSAS DE LA CALLE

Esto de caminar tiene muchas cosas positivas. Que sí, que ya lo he dicho muchas veces pero hasta que no tenga la L en mi poder es lo que me toca y vistos los gritos de Milucho de hoy "Esta no es forma de llegar a un cruce!!" "Carmiña si no ves, pon la primera hombre!!" "Pero está lloviendo ahora acaso??" seguiré en el coche de San Fernando un tiempito. Pero además ya lo decía Machado,

Caminante no hay camino, se hace el camino al andar,

así que en esto estamos, en hacer el camino. Sin adelantarnos a los acontecimientos pero adelantando a todo peatón viviente porque la gente camina muy lento. Y lo cierto es que la calle tiene sus cosas. Hay gente en la que te fijas y de repente se ríe sola. Y es un momentazo porque piensas de qué se habrá acordado para reír por la calle, así, casi sin querer? Hay cachitos de conversaciones que te van a hacer sonreír, otras levantar las cejas y otras decir "Sí, te entiendo, pero tu amiga tiene razón". Aunque esto últimamente no me pasa porque voy con banda sonora propia en modo aislamiento ya que la vida con música se parece más a una película. Y yo de peliculera tengo bastante.

Pero la cuestión es que camino y muchas veces lo hago mirando al suelo. No es que esté triste, simplemente bajo la mirada y ahí están…mis queridas baldosas. Quién, a ver quién no ha jugado a no pisar la raya? Y lo complicado que se pone cuando son las piedras irregulares de un casco viejo? o el darse por vencida al entrar en una calle adoquinada? Da igual que debajo esté la playa, con los adoquines no hay forma. Hoy día aún no he conseguido desengancharme del todo de este juego infantil e inocente. O tal vez no tanto. Que se lo pregunten al parvo de mi hermano Manuel cuando se jugaba la vida porque venía el autobús y él, en su recorrido imaginario hacia el colegio, tenía que ir pisando la línea amarilla…

Mirar hacia el suelo tiene sus peligros, como el chocarte con farolas (dato completamente hipotético…o hipatético más bien) y a veces te encuentras con cosas desagradables. No hablo de los productos derivados del mejor amigo del hombre, que también..sino de esto.

Valórese la búsqueda en Google Maps.

Qué ven aquí? Yo veo el símbolo de la dejadez humana.

Por qué? En serio por qué la persona que depositó esa baldosa lo hizo mal? Es porque no se dio cuenta de que seguía un dibujo? Imposible.

Vamos a ver, señores, no es que yo esté muy de acuerdo con las decoraciones urbanas, es más, en su mayoría me parecen bastante terribles, sobre todo en Navidad, pero en la ciudad olívica allá por los... no sé 70? alguien decidió que las baldosas de nuestras calles tendrían surcos (por la lluvia, bien, aplauso) serían blancas y rosas (en honor a nuestra bandera? no sé, puede) y cada 5 metros, para entretener al transeúnte, se pondría esta especie de dibujo geométrico. Pues vale. Pero aún iría más lejos! el mismo rotaría 45º en el sentido de las agujas del reloj. Bien. Es complicar la vida a los operarios que tienen que colocarlas…pero vale.

Hay que valorar estas cosas. Aquí hay un trabajo. Estoy segura de que alguien se preocupó. Alguien pensó. Alguien diseñó. Mejor o peor, ahí no entro pero aquí hay un trabajo. "

Qué es tu padre?

" "

Es diseñador de baldosas de calle

" Pues muy bien por él!!

Pero un día, un día aciago para este señor, un desalmado llegó y cuando hubo que reemplazar una de las baldosas de su creación lo hizo MAL.

No sé. Hay cosas que nunca entenderé de la humanidad pero vivo con ello. Como que a veces ni tres personas consigan dar con el principio del celo, que mi madre siempre encuentre las cosas (no, no me vengan con que es "porque busca bien" porque hay cosas que no estaban, no-es-ta-ban y de repente están) o que la gente siga empeñada en utilizar la Comic Sans.

Pero esto…esto se escapa a toda razón. No estoy hablando de que por necesidad rellenen con una baldosa blanca porque no tienen la pieza correcta sino de que la tengan…Y LA PONGAN MAL!

Dolor es lo que siento. El ser humano es extraordinario. Para lo bueno y para lo malo.

Pero la vida sigue. Mañana volveré a pisar ese dibujo maltrecho, Milucho volverá a gritarme por soltar el embrague demasiado rápido y el cielo seguirá abriéndose sobre Vigo cual castigo divino.

Y, aunque esto es una teoría personal, creo que la culpa la tiene el tipo que puso la baldosa mal.

MoMA Y RIVERSIDE PARK

MoMA

El MoMA es un laberinto de escaleras, espacios, paredes y huecos. Todo blanco, cuadrado y molón.

El MoMA es un museo por el que da gusto pasear. Hay más personas que obras y muchas de ellas van solas. (las personas....y las obras también) Tienes lugares para sentarte y si no, te lo inventas. Cualquier pared o esquina. Hay un guardia que me pregunta si ese tipo de la foto no se parece a Kramer el de Seinfeld. Yo para contestarle que "sí...puede ser él de joven" tengo que quitarme los cascos y dejar de hacer fotos por un momento a toda la sala de tipografía americana.

En el MoMA está permitido hacer fotos pero yo fui muy vaga y las hice con el iPhone que se quedó sin batería y del que no te puedes olvidar nunca porque el MoMA te proporciona unos fondos de pantalla envidiables. Y es que aunque puedes dejar todo en el ropero, yo cargué con abrigo y bolso-maleta las dos horas que estuve allí. Hasta que cerró. Y apurando las últimas salas, las de la exposición permanente. Error. Hay que volver.

Mentiría si no dijese que todo queda mejor en la foto. Como casi todo.

En el MoMA hay muchas obras que me encantaron y otras muchas que me dejaron sin palabras. Y eso es difícil porque yo siempre tengo algo que decir al respecto de todo aunque luego me lo calle. Pero es que no sabía ni qué pensar. Esto por qué está aquí a ver? Y esto? Luego te das cuenta de que muchos están por ser quien son y en el momento que fueron y que hoy día ya no estarían. Pero el MoMA me gusto eh? que conste en acta. Me gustó mucho la "experiencia" como les gusta llamar aquí a las cosas. El no diferenciar las obras de una futura exposición de las obras de la exposición en sí (no sé si me explico, máquinas y maderas por el suelo y la gente haciéndole fotos) es parte del juego. 

Aún a riesgo de parecer osada porque yo tengo bastante poca idea de todo este tinglado (pero no estudiaste Bellas Artes? sí, pero no Historia del Arte. Vamos que a mí me enseñaron a hacer cosas, bueno, lo intentaron...pero no a criticarlas...de hecho era lo que más me costaba, explicar qué había hecho y por qué) creo que he llegado a algunas conclusiones sobre gran parte del arte contemporáneo. Y es que si no es bueno, hazlo grande, multiplícalo, quita colores, cuélgalo del techo, desmóntalo, déjalo en el suelo o insulta a alguien y entonces puede que acabes en un museo.

La hora de irse de un museo es cuando te echan o cuando empiezas a hacer fotos a la gente en vez de a las obras. Eso mismo me está pasando con la ciudad.

A pesar de todo: El MoMA un 8. El que tenga salas dedicadas al diseño y a la arquitectura contemporánea un 10. La tienda de regalos un 7 (la baja nota se explica por los altos precios, si no sería un 11) y los baños un 9 (qué pulcritud oiga!)

RIVERSIDE PARK

Qué práctico es el idioma inglés: River-río, side-lado. Parque al lado del río. Ni mas ni menos que dirían los Chunguitos.

Riverside Park es el parque de Nueva York que más cerca tengo. Y el que más me gusta. En esta ciudad hay muchos parques. Muchísimos. Pero hay que tener en cuenta que le llaman así a cualquier terre(nit)o verde en medio de calles en donde quepan un par de árboles, 3 bancos y alguna que otra ardilla.

Este es bastante grande. O debería decir bastante largo, porque es estrecho y se prolonga a la orilla del Hudson. En realidad hay carretera a un lado y al otro por lo que oyes más coches que pájaros pero este sonido es así como la Banda Sonora Original de Nueva York así que ni se nota. Está al nivel del río y más allá de este encontramos Nueva Jersey y al otro lado, en lo alto, los majestuosos edificios de Riverside Dr.

Ahora es otoño. El otoño en Nueva York es famoso. Por la película y por ser una estación buena para descubrir la ciudad. Ahora que lo he vivido puedo decir que no se equivocan. Ver mutar los árboles del gigantesco Central Park y los de mi propia ventana de un verde chillón a los colores típicos de esta estación con tan mala rima tiene mucho encanto. Te pueden tocar días de calor y días de nieve...y días típicamente otoñales como el que hacía ayer.

Aprovechando que la lluvia daba tregua me llevé a Nicolasito a dar un paseo por este parque. Porque no sé si lo sabéis pero un niño en casa muchas horas se/nos vuelve loco/s. Maldije mi cabeza a cada paso por no llevar ninguna cámara encima y sorteé el desnivel con la calle al regreso a casa no sin bastante esfuerzo, empujando el carrito cuesta arriba, con sonrisa de mujer con perro que pasaba por allí para aderezar la estampa.

El paseo fue de lo más...bonito. Sí. Como de postal. Tanto que cuando una brisa atacaba los árboles llevándose varias hojas amarillentas a su paso que planeaban un rato antes de posarse en el suelo, te daban  ganas de decir "sí venga hombre, y qué más..."

Pero es así. Nicolasito aplaude y canta porque es un niño feliz mientras yo voy de chulita y empujo el carrito con una sola mano. Porque no hay casi nadie y todo es muy llano. Y vemos arboles pelados, hojas amontonadas en el césped que ha dejado de verse, farolas, río, cielo gris y un poeta con cara melancólica escribiendo en un banco solitario. No...esto me lo he inventado pero vamos, que si un día estáis por Nueva York melancólicos y os dan ganas de jugar a artista atormentado, ya sabéis dónde tenéis que ir.

Que Riverside Park no es el parque más conocido de Nueva York...pero tampoco el más escondido. Haciendo un símil con la música sería como este nuevo "indie comercial" que al final a mí tanto me gusta.  Fácil, bonito pero que conserva mucho encanto.

P.D. como no había cámara he hecho un esfuerzo por recordar los colores que vi y son estos:

El otoño es mucho más que marrones

BROOKLYN

Ayer vi "Nunca me dejes". Jóvenes, amores y desengaños marcados por la sombra de un destino que han elegido por ellos. Un final trágico o más bien una función trágica. Para ellos, claro, no para los que van a recibir sus órganos. Reflexiono sobre esto de las donaciones. Sobre lo bien que lo hacemos en España y cuánto han descendido desde que tenemos más cabeza en la carretera (o era desde que aumentaron las multas?) Recuerdo cuántas veces pensé, desde bien pequeña, en poner una nota en la cartera que pusiese "Donante de órganos". Claro que de poco iba a servir siendo yo una menor. Pero no tengo ninguna duda en que mi familia elegiría por mí. Y lo haría bien. Donar órganos tendría que ser un deber.

Me despierto regular. El cuerpo ya no está para estos trotes. Ah, pero saliste ayer? No. Me empaché a chocolate. Mal. Me levante y tomé restos de galletas. Fatal. Así no eh? Así no. Bueno, ya no lo haré más.

Metro y a Brooklyn. Estos nombres me suenan desde hace tanto…son nombres que molan porque sí o cómo va el tema?...Queens, Brooklyn, El Bronx, Harlem, el Village…quién se los inventará? Algunos vienen por la zona en la que están y los agentes inmobiliarios los renombran con sílabas (SoHo-SOuth of HOuston, TriBeCa- TRIangle BElow Canal) Yo hoy me dirijo al festival de arte de DUMBO (District Under the Manhattan Bridge Overpass.

Gentes varias, familias varias (es que aquí todo lo hacen con los niños? pues el fin de semana definitivamente, sí) Galerías, exposiciones, instalaciones, tiendas. Y caigo. Y compro. Mi madre siempre cuenta que de pequeños sólo no podía decirnos que no a una cosa: los libros. Bien, pues a mí me pasa algo parecido. Con la ropa me lo pienso bastante…alguna vez hasta digo que no. Con los libros no. TENGO que compraremos. Y si resulta que es en una tienda donde están todos los libros de diseño con todas las respuestas a mis plegarias, más. Cojo toda postal o flayer de mala muerte. Como algo rápido. "Española? de Barcelona?" y seguimos. La piernas flaquean pero aquí no hay tregua. Escaleras par arriba, espacios diáfanos, pases dentro de contenedores…sí, como esos que tenemos acumulados en el puerto de Vigo. Me pregunto si no se podrá hacer algo parecido…un contenedor para cada artista y llénelo usted con lo que desee. Vamos a ver, que cosas malas, buenas, feas y regulares hay en todas partes eh? Hasta en Nueva York…no vayamos a creer que todo aquí es fantástico por el simple hecho de estar en Niu Llorc…que no, que no. Un tipo que ha reunido todo tipo de cachivaches y recuerdos, los ha puesto de manera curiosa y ahí está exponiendo…(esto lo podría hacer yo con todas las trapalladas que acumulo fijo!). Otro que dibuja sobre enoooorme planchas de papel, en donde pega más papel. Mancha, dibujo a lápiz, collage…clases de niños antiguas (como nuestros catalosgos de Jesuitas) expresiones, pintura, borrón...cómo me gusta! Más tiendas. Más ganas de comprarlo todo (Esto es EEUU y si no compras es que no vives chico!) Y más ganas de hacer mis cosas, de mejorar lo que veo, de hacer algo nuevo. Nueva York inspira…debe ser eso.

Se pone el sol tras los edificios y el puente. Ya lo había visto. Vuelvo a flipar.

Metro de vuelta. Los negros mayores llevan tenis que podrían ser de sus nietos. Esto me hace gracia. También me fijo en las viseras bien rectas de sus gorras. Recuerdo cuando estaba de moda doblarlas…hasta el punto que mis hermanos les ponían gomas al rededor. La forma de herradura pasó a la historia. Quién sería el primer rebelde que decidió deformarla? Las gorras no me convencen. Sólo había una que conseguía mantener mis orejas de soplillo (o esa era la impresión que yo tenía) por dentro, una roja de franela con la visera de ante color cámel. Me pregunto qué habrá sido de ella…

En un paso de cebra con acento latino "Yo no tengo mucho dinero pero trabajo duro" Me giré para observar a la interlocutora. Su hija de unos 9 años con melena morena que le llegaba a la cintura. 

Llegué a casa y el Barça había metido 5. Y el Madrid 6. Y Messi 3. Creo que de nuevo toca película porque mañana es Sunday y yo no sé si me duele la cabeza por haber visto tanto arte y moderneo juntos o es que todavía no me he recuperado del todo.

 

MIDTOWN

Carritos con sombrilla iluminados y que huelen a comida. A comida cochina. De estos está la ciudad llena. Sobe todo Midtown. En esta zona está lo más reconocible para el turista. La parte de compras de la 5ª avenida, el Empire State, el Rockefeller Centre, Times Square…

Visito la ciudad de noche que es cuando empieza mi día. Llegan los padres y yo me despido del hombrecito hasta el día siguiente. Me dice adiós y sonríe como diciendo "Ya nos vemos mañana, ahora estoy con mi madre…esa señora a la que le hago tantísima gracia. Más que a ti. Pero en el fondo te aprecio…al fin y al cabo me das de comer, me cambias y me haces alguna que otra monería". Sí, sí…todo eso me dice el enano mostrando sus dos piños de abajo.

Entonces salgo de casa y me voy al metro. Si en Nueva York puedes ver de todo, en el metro puedes ver de todo pero concentrado en un vagón. Mayor contraste de gentes no hay. No digo que los riquísimos cojan el transporte urbano porque esos tiene chófer y van en esos cochazos que de vez en cuando veo pasar y pienso "ahí va uno de esos…"…Esos son gente que te imaginas saliendo de uno de los portales con toldo y portero uniformado de Park Avenue con el coche esperando "Adiós Hank" "Adiós Mr Wellington". Esos son gente que te imaginas entrando en una de las tiendas de la 5ª Avenida (y no H&M o ZARA precisamente) como podemos hacer todos, pero con la diferencia de que Esos pueden permitirse comprar algo mientras que tú (yo) te limitas a sonreír a la chica que está esperando venderte algo, hacer como que ves algo interesante, dar la vuelta a la etiqueta, reír mentalmente y salir tan dignamente como puedas de allí habiendo, al menos, experimentado lo que es pisar una de esas tiendas. Esas tiendas. Esas a las que van Esos.

Sueñas que algún día tú serás una de Esos. O tal vez no, cambias de opinión y crees que sería mucho mejor tener un Loft en el East Village, donde toda la juventud moderna-hipster-molona-puedequenotengaunduroperoestoyviviendoenMahattan se concentra…o en el SoHo o TriBeCa...donde vivirías molando. Porque hay gente aquí que es profesional del moloneo. O al menos del pretender que molo, que se mezcla con un toque de no-me-importa-nada y le añades una cucharada de crees-que-me-he-vestido-a-oscuras-pero-está-todo-pensado, et voilà! ya eres un new-new yorker. Porque no se engañen, aquí old-new-yorkers hay pocos. Lo de "Yo? yo de New York de toda la vida" o el "Y tú de quién eres?" no se escucha mucho.

Así que por dónde iba…Ah! sí…que tengo un loft, pero claro, necesitaría un estudio…en Brooklin? ay! espera que esta es mi parada. Bueno, la parada de todos. La calle 42. Cómo definirlo…un Barroco de pantallas LED y luminosos? Rococó tal vez. Mi maaaadre! pero aquí siempre es de día! Estoy haciendo fotos a anuncios? sí, efectivamente. A anuncios tamaño natural. A escenas de películas. A fines de año en Times Square. Hago fotos a gente que hace fotos. Hago fotos a tiendas. Hago fotos a luces. A policías. A alcantarillas con humo. A carritos con sombrilla que huelen a comida cochina. Con estos empezó esta entrada. Es que me quedé con la imagen de uno al lado de un edificio majestuosos. Con toldos granates en las ventanas. Con banderas en EEUU. Un Organismo Nacional? No, Cartier…que para el caso, lo mismo. Y en frente una tienda de souvenirs. Así es esto. Un puro contraste.

Nueva York tiene poco de Nueva y mucho de extraña. Y muchos extraños. Es una ciudad hecha de retales que se unen. Y se cosen como formando una de esas mantas hechas de cuadrados diferentes. Barrios que se comunican. Mundos que se tocan. Vidas que se cruzan que diría Quique González…"Pero tú y yo venimos de mundos distintos". Bien, pues en Nueva York puede ocurrir.

Sigo dándole vueltas a lo del estudio. Como si fuera a ocurrir. Mientras tanto llego a casa. Pienso en todos los que están durmiendo. Me cuido mucho de no contestar a Manu en el Scrabble que el otro día me echó la bronca porque le desperté cuando allí eran las 5 y determino que lo perfecto sería pasar 6 meses aquí y 6 en España. Sí. Eso es. Mi plan marcha. Ahora sólo tengo que dejar de imaginar y ponerme manos a la obra. Está hecho.

Buenas Noches Nueva York. Aún no te conozco y ya me caes bien.
Buenos Días España. Empiezas a estar lejos.

LIFE IS GOOD, LIFE IS LIFE

Por dónde iba?…Ah! sí. El verano. O debería decir EL verano? cada año igual. Y este con fiestón incluido. Cuando llegó la verdadera fecha y la gente me preguntaba cómo lo celebraría, yo respondía que llevaba un mes celebrándolo. Lo festejé varias veces en varios sitios y con varias gentes. Todas de bien, claro. 

"El" verano se reduce a los 15 primeros días de agosto. Ahí donde se concentra todo. Cenas, cumpleaños, salidas de martes, visitas, fiestas, excursiones, salidas de miércoles, helados que manchan, aperitivos que son comidas, playas infinitas, "pero sales hoy?…papá es jueves!"…y cuando menos te lo esperas "Otra cena de despedida? sí, la de hoy es con los de Baiona"…en fin, El verano. Qué voy a decir….que luego la señora que calceta suelta una carcajada cuando le comento que necesito unos análisis, que estoy muy cansada...Luego se necesitan esas últimas semanas de agosto en que todo parece pasar a cámara lenta. Y después las primeras semanas de septiembre…raras, ocres, contradictorias, grises, de balance, de reflexión, de empezar de nuevo…saben a castañas y huelen a libros nuevos.

Y entonces me encuentro en un avión. "No estás nerviosa?" me preguntaban propios y extraños…pues no, la verdad. Ni lo estuve, ni me sentí extraña en ningún momento. Estoy tan lejos…y a la vez, gracias a nuevas vías de comunicación que se multiplican, parece que no me he ido. Pero me fui. A un charco de distancia nada menos. Estoy en Nueva York. Espera, que lo repito. Estoy viviendo en Nueva York.

Primeras impresiones. Donde en España hay bares, aquí hay lavanderías, comida rápida y sitios de manicura. Las distancias las puedes medir en paradas de metro o en McDonalds.

Me pateo mi barrio. No es cualquier barrio, perdona, me recorro la calle Boradway a la altura del Upper West Side. Y me cruzo con nannys como yo. Paseando, como yo. Con sus niños dormidos en el carrito. Como el que llevo yo. Leo "Happy Hour", me río y pienso cómo ha cambiado el significado. Mi happy hour es la hora de la siesta. La del niño, claro. Y por extensión…la mía.

Esta ciudad es increíble. Te da todo lo que esperas de ella y más. Tan cierto como parece que ya hayas estado por la cantidad de imágenes que tenemos en nuestra retina, es que en cada esquina puedes sorprenderte con algo o con alguien. Los edificios, la gente, los carteles luminsos, las grandes marcas al lado de una calle decadente, los semáforos, las direcciones, los rincones extraños, las escaleras de incendio, el contraste de barrios, las alcantarillas, los parques, los runners, las nannys, los brokers, el metro, los pobres, los negros, los chinos, los hipanos, los judíos…todo. Todos.

Vago por las calles con el cartel de "turista" en la frente y la cámara al cuello. Con este acento que reconocen al instante y olvidándome de que los precios no son los mismos en la etiqueta que lo que tienes que pagar. Las taxes que le llaman. Por qué no lo ponen e directamente? misterio. Estoy forrada!! mentira. Los billetes de un dólar son un incordio. Las monedas de un cuarto son un tesoro. Las de un céntimo una broma de mal gusto.

Tengo a un ser a mi cargo durante muchas horas. Un ser que sólo se comunica con llantos y risas, así que lo primero es diferenciarlos: lloro de hambre, de sueño, de mimos, de pasademiunratoysemepasa…"Soy la nanny" digo cuando me dan la enhorabuena. La verdad es que es un niño muy molón. O será que ya me está ganando con sus cuatro dientes? Sea como fuere, Nicolás es el único hombre(cito) en mi vida...al que estoy dando una educación musical excelente.

En Nueva York la gente es amable. Interactúa contigo a la mínima porque es muy probable que nunca jamás volvamos a vernos. "Pareces perdida" con tan sólo ver mi cara de despiste, "Permíteme que te ayude" siempre que entro o salgo de un local con el carro, "Life is good!" al verme estirar los brazos en señal de libertad absoluta…no era para menos...primera salida en la city…

Piernas para qué os quiero. El trancazo no va a poder conmigo. Cualquier segundo que no estás en la calle parece un segundo perdido. Aquí pasa todo. Está pasando y no te lo puedes estar perdiendo. Así que ahí me fui. A recorrerme calles, barrios, zonas. A tomarme un brunch y pasear por la última zona de moda (esa que dentro de un mes estará "demasiado explotada") A hacer fotos. A hablar con mi prima. A decirle "Yo te escucho eh?" mientras que enfoco, cambio ISO, f y tiempo…y zas! disparo. Y otra vez. Y otra. Y "tarjeta full"

Primer fin de semana de paseos, comidas, visitas, puentes y museo. No esta nada mal. En el Guggenheim me piden que ponga el bolso-maleta hacia delante que "las mochilas les asustan" Yo hago caso al chico pero no así a la señora que me dice que no se pueden hacer fotos. Exposición de un señor que pinta sobre cuadros grandes líneas hasta que se le acaba la pintura. El infinito parece recrear. A mí lo que más me gusta es el edificio, claro. Canto "bla bla bla bla bla…llueve sobre mojado" cambiado esto último por "piedras sobre cojines" que es lo que estoy viendo en en suelo. Con mucha gente muy atenta alrededor…como si fueran a moverse. Ana se ríe y yo también. Dice que tengo una risa contagiosa. Una habitación empapelada de dólares que dan ganas de arrancar…Kandinsky, Monet, Manet, Picasso…la cúpula…Muy bien oiga!

Brooklyn y su puente. Y sus helados. Y su aire más tranquilo…no me extraña que la gente se esté viniendo a vivir aquí. Nunca pensé que las vistas de edificios pudiesen ser tan impresionantes. Y claro…más fotos. De regreso a Manhattan pillo lo que vendría siendo el "15-M" pero en Wall Street. De casualidad. Grúas y edificios se levantan en la zona 0 (Luego sabré que tendría que haber estado terminado para este año) De pronto una concertación. Carteles de cartón. Esto me suena…"Tuvimos algo pareceido en España hace unos meses" "sí, hemos oído sobre eso". Caretas, megáfonos, cámaras, manifiestos y la policía alrededor sin hacer mucho. De nuevo "tarjeta full"

Vuelta a empezar la semana. Nicolás y yo. Mensajes, fotos de fiestas y llamadas desde muy lejos "Cuídate hija. Siempre alerta!" Cómo no jefe…cómo no...

Entender esta ciudad no es difícil si sabes contar. Encajar en esta ciudad tampoco. Hay sitio para todo y para todos. Pero comprender que la vida pasa a un ritmo desenfrenado, que lo que en esos edificios se decide tiene consecuencias a nivel global y que está pasando todo aquí y ahora mientras yo me tomo un café y un "bagel with butter"...eso ya es más complicado.