ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXIX)

Anteriores ediciones aquí (hacia abajo)
 

Cuando contesta a ese mensaje. Esa persona. Y ese alivio…

Que Mer intente demostrarme que esta nueva vida que le digo que tiene no mola nada con mensajes del tipo ”En la nueva vida llueve" Pero es abril, coñe!

Las tostadas con tomate y aceite

Volver a correr

Siestas con la manta oso pero con la parte de pelo hacia mí

Que hacerse mayor suponga dejar de engañarse en algunas ocasiones, como ese momento en que pasamos de las copas sueltas y pedimos directamente una botella

Los jueves de vino blanco y tarta de chocolate con galletas y las tipas del barrio

Que se me pegue la canción de Sandro Giacobbe Jardín prohibido y querer contestarle a todo le mundo en el trabajo con un “Lo siento mucho...la vida es así...no la he inventado yo..."

Descubrir la jeta que tenía este señor al leer la letra de la canción pero que sólo me haga gracia a mí

El olor a eucalipto

El semáforo de La Cibeles, donde nos ponemos muchas motos en primera fila y cuando se pone en verde salimos todas a la vez

Que pongan Los Beachboys por la noche

Los mejillones

Atletas que consiguen terminar maratones pese a que les amputaron las piernas, o los que lo hacen acompañados de sus hijos con parálisis...los que cruzan la meta pese a los calambres y los que lo hacen fresquísimos y sonriendo. Todos esos momentos de superación que me hacen decir "Olé tú!"

Que alguien se haga un tatuaje de algo que tú has dibujado

Escuchar a una niña con chupete diciéndole a su madre “Te lo prometo que no voy a querer chuches"

Mensajes de domingo por la noche de cuarto a cuarto para darse ánimos para la semana

Los ojos que se relajan cuando después de un tiempo entrecerrados por culpa del Sol, entras en un túnel 

El personaje de Atticus Finch

Que sus hijos le llamen por su nombre de pila, como mis primos a mi tío Moncho

La frase “y es que me salen rosas de la boca…cuando me preguntan por ti…”

Los recopilatorios de gazapos de la radio

Cuando doblan a los jugadores y a los árbitros en los vídeos de fútbol

Ir en tenis a trabajar

Las señoras mayores arregladas y con el labio rojo

Que Martina enseñe hasta las muelas cuando se ríe

Ir a comer con padres a un restaurante de esos a los que sólo vas si vas con padres

Un 30 cumpleaños en el que hay Champán. Y pensar que hace una década lo celebrábamos con calimotxo

Franco Battiato que busca “un centro de gravedad permanente que no varíe lo que ahora pienso de las cosas de la gente”

La carta que no llegó de Eduardo Galeano “Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede. Perdóname si tantas veces me anduve quejando por bobadas.Un día me dijiste que yo tenía cara de mujer a la que siempre se vuelve y yo te espero ahora o cuando sea y donde sea y como sea. Quiero que sepas."

Esta foto

image.jpg

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVIII)

Anteriores ediciones aquí (hacia abajo)
 

Acabar una presentación de Power Point (con lo que odio el Power Point)

Quedar con un amigo y contarle tus penas. Que te de la razón y se ría para a continuación decirte “Pero no tengo ninguna duda de que te va a ir bien"

Que la niña que iba a mi lado en el avión le diga a su madre mientras recoge la maleta "mira mamá esa es la chica con la que viajé" y luego se despida con una sonrisa enorme. Creo que simplemente le sonreí y le pregunté si hacía pulseras con gomas...pero hice una amiga. 

El parmesano

Que unas cañas de domingo acaben con anécdotas interesantísimas de alguien que ha vivido en Pyongyang y en Irak

Querer que una bola de cristal te diga cómo estarás en el futuro. Para luego rectificar y pensar que mejor no, mejor vamos a dejar que sea sorpresa

Que te escriban para decirte que se han acordado de ti al ver esta charla de TED sobre la procrastinación. 

La primera vez que notas que los guantes de la moto empiezan a sobrar

Todas las veces que Martina dice algo indescifrable y los adultos alrededor lo repetimos como idiotas 

Que me queje de lo tarde que está empezando algo en la televisión diciendo “Qué país” y en el salón un señor indignado conteste “Bienvenida a España, el país de Podemos y de Tinder”

Que te llamen simplemente para preguntarte qué tal estás

Cuando alguien te dice “Te entiendo tan bien" y sabes que es cierto

El wrap de atún 

Un mensaje animante del señor de gafas oscuras que me llega mientras contesto mails en el trabajo

El himno gallego en Balaídos previo a un Celta Depor 

Las tostadas con tomate y aceite

Cuando te sale una carcajada por una tontería. Y lo dices “Ay! Qué tontería!" Pero te sigues riendo como una idiota

Todas las veces que mi madre intenta convencerme que la capa del chino, morada y hortera con la que me cubro en la moto cuando llueve es lo más, diciendo "Ande yo caliente ríase la gente" (pero de verdad que la pinta es terrible)

Acordarse de esto todo el camino de vuelta a casa mientras cae el Diluvio universal y que justo en el último semáforo se me ponga una moto al lado y el chico me diga “Qué chulada de capa! Dónde la compraste?"

Pensar en la cara de la señora que calceta cuando lea esto

Un vaso de leche con crispis de la gallina. Y repetir. Y que se acabe el líquido. Y rellenar. Y seguir.

El Sol que se cuela por mi ventana los viernes a las 4 y rebota en mi cama y en mi cara

Que los jugadores del Celta salgan del vestuario en chanclas a cantar con la afición que se desplazó a verlos

Guidetti mandándolos callar para empezar él a cantar el himno del equipo

Y que de repente por la noche suene Satisfaction de Otis Redding

La risa amarga que me dio al escuchar la queja “Es que si aún me diese por no comer con el mal de amores...pero ni eso!"

Que mi abuelo Manolo regalase una muñeca igual a todas mis primas mayores y que alguna de ellas la conserve para dejársela a sus propias hijas

Un chico que baila con gracia y te sigue la coreografía improvisada por la noche

Las risas que provoca hablar con helio

Conversaciones con hermanos en las que, al terminar, tienes mucho menos miedo y muchas más ganas 

Y otras como esta 

Martina y Roque jugando con mi antiguo carrito Arrue

image.jpg