Carritos con sombrilla iluminados y que huelen a comida. A comida cochina. De estos está la ciudad llena. Sobe todo Midtown. En esta zona está lo más reconocible para el turista. La parte de compras de la 5ª avenida, el Empire State, el Rockefeller Centre, Times Square…
Visito la ciudad de noche que es cuando empieza mi día. Llegan los padres y yo me despido del hombrecito hasta el día siguiente. Me dice adiós y sonríe como diciendo "Ya nos vemos mañana, ahora estoy con mi madre…esa señora a la que le hago tantísima gracia. Más que a ti. Pero en el fondo te aprecio…al fin y al cabo me das de comer, me cambias y me haces alguna que otra monería". Sí, sí…todo eso me dice el enano mostrando sus dos piños de abajo.
Entonces salgo de casa y me voy al metro. Si en Nueva York puedes ver de todo, en el metro puedes ver de todo pero concentrado en un vagón. Mayor contraste de gentes no hay. No digo que los riquísimos cojan el transporte urbano porque esos tiene chófer y van en esos cochazos que de vez en cuando veo pasar y pienso "ahí va uno de esos…"…Esos son gente que te imaginas saliendo de uno de los portales con toldo y portero uniformado de Park Avenue con el coche esperando "Adiós Hank" "Adiós Mr Wellington". Esos son gente que te imaginas entrando en una de las tiendas de la 5ª Avenida (y no H&M o ZARA precisamente) como podemos hacer todos, pero con la diferencia de que Esos pueden permitirse comprar algo mientras que tú (yo) te limitas a sonreír a la chica que está esperando venderte algo, hacer como que ves algo interesante, dar la vuelta a la etiqueta, reír mentalmente y salir tan dignamente como puedas de allí habiendo, al menos, experimentado lo que es pisar una de esas tiendas. Esas tiendas. Esas a las que van Esos.
Sueñas que algún día tú serás una de Esos. O tal vez no, cambias de opinión y crees que sería mucho mejor tener un Loft en el East Village, donde toda la juventud moderna-hipster-molona-puedequenotengaunduroperoestoyviviendoenMahattan se concentra…o en el SoHo o TriBeCa...donde vivirías molando. Porque hay gente aquí que es profesional del moloneo. O al menos del pretender que molo, que se mezcla con un toque de no-me-importa-nada y le añades una cucharada de crees-que-me-he-vestido-a-oscuras-pero-está-todo-pensado, et voilà! ya eres un new-new yorker. Porque no se engañen, aquí old-new-yorkers hay pocos. Lo de "Yo? yo de New York de toda la vida" o el "Y tú de quién eres?" no se escucha mucho.
Así que por dónde iba…Ah! sí…que tengo un loft, pero claro, necesitaría un estudio…en Brooklin? ay! espera que esta es mi parada. Bueno, la parada de todos. La calle 42. Cómo definirlo…un Barroco de pantallas LED y luminosos? Rococó tal vez. Mi maaaadre! pero aquí siempre es de día! Estoy haciendo fotos a anuncios? sí, efectivamente. A anuncios tamaño natural. A escenas de películas. A fines de año en Times Square. Hago fotos a gente que hace fotos. Hago fotos a tiendas. Hago fotos a luces. A policías. A alcantarillas con humo. A carritos con sombrilla que huelen a comida cochina. Con estos empezó esta entrada. Es que me quedé con la imagen de uno al lado de un edificio majestuosos. Con toldos granates en las ventanas. Con banderas en EEUU. Un Organismo Nacional? No, Cartier…que para el caso, lo mismo. Y en frente una tienda de souvenirs. Así es esto. Un puro contraste.
Nueva York tiene poco de Nueva y mucho de extraña. Y muchos extraños. Es una ciudad hecha de retales que se unen. Y se cosen como formando una de esas mantas hechas de cuadrados diferentes. Barrios que se comunican. Mundos que se tocan. Vidas que se cruzan que diría Quique González…"Pero tú y yo venimos de mundos distintos". Bien, pues en Nueva York puede ocurrir.
Sigo dándole vueltas a lo del estudio. Como si fuera a ocurrir. Mientras tanto llego a casa. Pienso en todos los que están durmiendo. Me cuido mucho de no contestar a Manu en el Scrabble que el otro día me echó la bronca porque le desperté cuando allí eran las 5 y determino que lo perfecto sería pasar 6 meses aquí y 6 en España. Sí. Eso es. Mi plan marcha. Ahora sólo tengo que dejar de imaginar y ponerme manos a la obra. Está hecho.
Buenas Noches Nueva York. Aún no te conozco y ya me caes bien.
Buenos Días España. Empiezas a estar lejos.
Visito la ciudad de noche que es cuando empieza mi día. Llegan los padres y yo me despido del hombrecito hasta el día siguiente. Me dice adiós y sonríe como diciendo "Ya nos vemos mañana, ahora estoy con mi madre…esa señora a la que le hago tantísima gracia. Más que a ti. Pero en el fondo te aprecio…al fin y al cabo me das de comer, me cambias y me haces alguna que otra monería". Sí, sí…todo eso me dice el enano mostrando sus dos piños de abajo.
Entonces salgo de casa y me voy al metro. Si en Nueva York puedes ver de todo, en el metro puedes ver de todo pero concentrado en un vagón. Mayor contraste de gentes no hay. No digo que los riquísimos cojan el transporte urbano porque esos tiene chófer y van en esos cochazos que de vez en cuando veo pasar y pienso "ahí va uno de esos…"…Esos son gente que te imaginas saliendo de uno de los portales con toldo y portero uniformado de Park Avenue con el coche esperando "Adiós Hank" "Adiós Mr Wellington". Esos son gente que te imaginas entrando en una de las tiendas de la 5ª Avenida (y no H&M o ZARA precisamente) como podemos hacer todos, pero con la diferencia de que Esos pueden permitirse comprar algo mientras que tú (yo) te limitas a sonreír a la chica que está esperando venderte algo, hacer como que ves algo interesante, dar la vuelta a la etiqueta, reír mentalmente y salir tan dignamente como puedas de allí habiendo, al menos, experimentado lo que es pisar una de esas tiendas. Esas tiendas. Esas a las que van Esos.
Sueñas que algún día tú serás una de Esos. O tal vez no, cambias de opinión y crees que sería mucho mejor tener un Loft en el East Village, donde toda la juventud moderna-hipster-molona-puedequenotengaunduroperoestoyviviendoenMahattan se concentra…o en el SoHo o TriBeCa...donde vivirías molando. Porque hay gente aquí que es profesional del moloneo. O al menos del pretender que molo, que se mezcla con un toque de no-me-importa-nada y le añades una cucharada de crees-que-me-he-vestido-a-oscuras-pero-está-todo-pensado, et voilà! ya eres un new-new yorker. Porque no se engañen, aquí old-new-yorkers hay pocos. Lo de "Yo? yo de New York de toda la vida" o el "Y tú de quién eres?" no se escucha mucho.
Así que por dónde iba…Ah! sí…que tengo un loft, pero claro, necesitaría un estudio…en Brooklin? ay! espera que esta es mi parada. Bueno, la parada de todos. La calle 42. Cómo definirlo…un Barroco de pantallas LED y luminosos? Rococó tal vez. Mi maaaadre! pero aquí siempre es de día! Estoy haciendo fotos a anuncios? sí, efectivamente. A anuncios tamaño natural. A escenas de películas. A fines de año en Times Square. Hago fotos a gente que hace fotos. Hago fotos a tiendas. Hago fotos a luces. A policías. A alcantarillas con humo. A carritos con sombrilla que huelen a comida cochina. Con estos empezó esta entrada. Es que me quedé con la imagen de uno al lado de un edificio majestuosos. Con toldos granates en las ventanas. Con banderas en EEUU. Un Organismo Nacional? No, Cartier…que para el caso, lo mismo. Y en frente una tienda de souvenirs. Así es esto. Un puro contraste.
Nueva York tiene poco de Nueva y mucho de extraña. Y muchos extraños. Es una ciudad hecha de retales que se unen. Y se cosen como formando una de esas mantas hechas de cuadrados diferentes. Barrios que se comunican. Mundos que se tocan. Vidas que se cruzan que diría Quique González…"Pero tú y yo venimos de mundos distintos". Bien, pues en Nueva York puede ocurrir.
Sigo dándole vueltas a lo del estudio. Como si fuera a ocurrir. Mientras tanto llego a casa. Pienso en todos los que están durmiendo. Me cuido mucho de no contestar a Manu en el Scrabble que el otro día me echó la bronca porque le desperté cuando allí eran las 5 y determino que lo perfecto sería pasar 6 meses aquí y 6 en España. Sí. Eso es. Mi plan marcha. Ahora sólo tengo que dejar de imaginar y ponerme manos a la obra. Está hecho.
Buenas Noches Nueva York. Aún no te conozco y ya me caes bien.
Buenos Días España. Empiezas a estar lejos.