ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVII)

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Encontrarse de nuevo recorriendo las calles de Malasaña como 10 años atrás con los mismos de 10 años atrás. Y las mismas cervezas a un euro y los mismo locales…y casi, casi las mismas dudas 

Y que los “No…yo me voy pronto” se transformen en brindis “Por los que no iban a salir”

Ese momento en el que ya no hace falta poner “jaja” a la otra persona porque ya os conocéis

Que Martina me traiga un calcetín, y me diga “Poma” le de las gracias y me conteste con la boca llena de chocolate mirándome hacia arriba "be naba" 

El primer día que puedes sentarte en una terraza a hacer la fotosíntesis

La gente que me avisa de que llevo la mochila abierta 

Mi amiga explicándome lo buenísima idea que le pareció escribirle a un tío cuando ya estaba de vuelta en casa, en la cocina y aún sabiendo que él no había salido, la frase “Hola desde un after”

Y el ataque de risa que nos dio

Que el médico te diga que progresas adecuadamente

Preparar una presentación, prever que en un momento dado puede haber alguna risa y que efectivamente se cumpla

La cita: “Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” unida a la expresión “Pues que te parta un rayo!” Y pensar que lo que en realidad lo que le estás deseando a esa persona es un amor del que duele. De esa clase de amor que sabes que hay que vivir…aunque también sabes que no va a durar

Dar con la rima perfecta

Los “Hola Señor, ¿cómo le va?” que me dedican las del sofá rojo cuando entro por la puerta de casa

La versión del pan tumaca de Kabuki

Y el orgullo de ver a mi primo Juan de Top chef

Un mano a mano de jueves regado con vino que empieza en la superficie y acaba en las profundidades

Un beso en el cuello

Las carcajadas que pueden provocar las aplicaciones en las que te ponen los ojos de otro o la cara de un mono

Desnudar a alguien. Tanto literal como metafóricamente

Lo que anima el estribillo “Tú sólo quieres quererme y en Primavera…” aunque en realidad esté diciendo “Vaya jeta la tuya!”

Ese momento en el que descubres que vuelves a estar al mando de una conversación. Y te relajas. Y sonríes. Y sigues hablando pero ya en otro tono. Uno que dice “te tengo”

La melancolía que da el volver a un lugar en el que ocurrió algo importante para ti. Y aunque sea un instante, vuelves a ese momento y se te mueve algo dentro

Que alguien diga “¿Comida familiar el jueves?” y a los 15 minutos la lista sea de 30

Escribirlo. Olvidarlo. Volver a leerlo. Reír. O llorar. Ver que aún tiene sentido. O que lo ha perdido por completo. Pero sea como fuere, te alegras de haberlo escrito

Mis hermanos y yo confesando que nos cagamos con las pelis de miedo (y las caras de sus mujeres)

Un dibujo tuyo lo compartido 589 veces y con casi 60.000 visualizaciones…porque viguistas somos muchos

La emoción instantánea que me subió por la garganta al ver a mi amiga Marta recibiéndome en el pasillo del hospital con Baltsar en brazos

La empanada de xoubas de El rey pescador

Que tus amigos vengan a salir por Vigo y digan que ahora entienden por qué te gusta tanto

Los encuentros nocturnos con los primos García. Y la alegría. Y la fotografía obligada para el chat del batiburrillo. Y las risas. Y las reacciones siempre acompañadas por un “Golfos” o un “Qué bien se os ve!”

La primera vez que sales del trabajo después del cambio de hora. Y toda esa luz!

Los desayunos continentales que me prepara la señora que calceta. Y los huevos poché. Y la salsa de tomate. Y las ensaladas ilustradas. Y el cocido…Ay! ese cocido...

Que el señor de gafas oscuras vaya al cuarto donde están durmiendo Roque y Martina, se los encuentre de pie en la cuna y les diga “A dormir!" y se tiren cuerpo a tierra entre carcajadas. Aunque lo mejor no es eso…lo mejor es ver al abuelo contándonoslo

Que en unos meses esas dos ratas vayan convertirse en en hermanos mayores

Que te incluyan en un proyecto llamado El bello Verano. Porque tienes ganas de fiesta, de que acabe el invierno y de volver a nadar en el mar...de soñar el verano en el que fuimos novios y poderle cambiar el final...

Que la cama de mis padres se haya convertido en un parque de atracciones. Y que la señora que calceta sea casi peor que ellos...

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FINALES (II)

Primera edición aquí

"El anciano siguió cantándola cada Navidad hasta su muerte. Nadie supo nunca de dónde había sacado aquella canción el pequeño Robert Wilson pero yo vi como nada más llegar al cielo, se dirigió a él como “Señor Dios”"

"- No parece que nada vaya a cambiar. 
- Tiene gracia, yo creo que todo está por empezar."

"- Este es el momento de la historia en que coges y me plantas un beso de película
- Pero si me lo dices ya no tiene gracia
- Bueno pues no lo hagas, imbécil
- ¿No ves? ¿Cómo quieres que empecemos algo si ya estamos peleando?
- Porque me da igual que seas imbécil. Porque algo dentro de mí hace que te quiera incluso aunque seas un imbécil
- No puedes decirme algo bonito sin insultarme?
- Porque eres el único con el que puedo ser completamente yo sin que se asuste
- A veces me asusto
- Bueno, pues sin que me lo haga notar
- Así que vas a estar conmigo el resto de tu vida porque no te tengo miedo
- Es un motivo poderoso
- Es un motivo a secas
- Vamos a estar juntos porque no nos vamos a aburrir
- Ese sí que es un motivo poderoso
- Aunque ello conlleve bastante de discutir
- Te voy a decir que te calles ya
- Vale
- Y te voy a dar ese beso
- De acuerdo
- Cállate
…"

"- ¿Otra vez tú? 
- Es curiosa la forma que tiene el karma de comportarse
- No me puedo creer que seas otra vez tú
- Y sin embargo aquí estoy. Otra vez. Para solucionar el lío que tú has creado
- Esta vez no fue culpa mía
- Me importa un carajo
- No vengas de héroe ahora. Estoy hasta los cojones de que te comportes como si los demás oliéramos a mierda y tú a rosas
- Y yo estoy hasta los cojones de tu actitud, de tu cara, de tus formas y de tus intenciones
- ¿Has venido aquí sólo para decirme esto o vas a hacer lo que te corresponde?
- (ríe) No me corresponde hacer nada. Ya no. Ni a mí ni a nadie.
- ¿Qué coño quiere decir eso?
- Que se acabó. Quedas relegado. Eres libre. Coge tu sarcasmo, tu chulería y tus traumas infantiles y lárgate muy, muy lejos. Ya no te necesitamos.
- ¿Cómo? ¿Qué coño es esto?
- Deberías estar feliz, es la última vez que nos vemos las caras.
- Yo…no. Es imposible, ¡tengo un contrato firmado!
- Ya no es efectivo. Se ve que en Huchima no os enseñan a leer la letra pequeña. No te sorprendas ¿acaso creías que nunca lo íbamos a descubrir? Por otra parte es normal todo esto…de allí no sale más que escoria
- ¡Cállate imbécil!
- No, gilipollas. El que se va a callar eres tú. Y para siempre.
- No…espera, ¡espera!
- ¿Sabes lo peor de todo? Hubo un tiempo en que te admiré, te respeté y creí en todo lo que hacías y decías. Pero resulta que no eres más que otra enorme decepción. Como lo fue tu padre. 
- ¿Qué sabes tú de mi padre?
- Sé que no tuvo los huevos de quedarse. Y que murió solo en Hakonbert. Comiendo Tugurs y malvendiendo Glots. Mas o menos como vas a a acabar tú, me temo. La historia siempre se repite. 
- No, espera…¡no puedes hacerme esto!
- Suerte, Teniente. La vas a necesitar."

"Apagó el ordenador. Se reclinó en la silla y rezó. Rezó porque fuese un error. Rezó porque sabía que no lo era. Rezó siendo ateo. Rezó porque se sentía solo. Y así, muerto de miedo, en aquella oficina que apestaba a tubería, murió."

"- Pero acaso hay algo fijo?
- No…es todo más bien borroso
- Bueno, en nuestro caso…discontinuoJaja. Eso. Fijos discontinuos es lo que somos.
- No sé qué va a pasar.
- Ya, ni yo…
- Ni te puedo prometer que vaya a ser siempre así.
- Lo sé.
- Pero ahora mismo no hay ningún otro lugar en el mundo en el que quiera estar
- Esa es una frase de película de después de comer
- Pero es verdad
- Es verdad ahora. Mañana dejará de serlo
- Mañana no existe, siempre es hoy
- Pero qué eres Paulo Coelho?
- Estás un poco amargada, no?
- Ja, estabas tardando…cuando te digo algo que no te gusta es que estoy amargada, o no te entiendo…
- Bueno, me voy a casa…cuando se te pase el síndrome premenstrual me avisas
- Tú eres gilipollas…
- Tienes un cigarro? 
- Lárgate de mi casa, anda..."

"Desde aquel momento nada volvió a parecerle muy importante o interesante. Pero su madre le había enseñado, continuó con su vida sin pretensiones. Llegando siempre a las 8 al trabajo, comiendo los tuppers que su mujer le preparaba, yendo a misa los domingos y jugando al ajedrez en el parque los miércoles. Nunca nadie tuvo la más mínima sospecha de que aquel tipo había salvado la vida de miles"

"- Pero señorita, usted no puede sola
- Ya…¿Podría ayudarme por favor?
- Vaya! eso es nuevo. Lo de pedir ayuda, digo.
- ¿Qué haces aquí?
- Bonita forma de recibirme mi amor.
- No soy tu amor y explícame qué haces en este avión
- Mejor explícame qué haces tú así de cargada yendo a Sidney
- Si te lo cuento no te lo crees
- Bueno…tienes 16 horas de viaje para convencerme
- Pero, en serio, ¿qué haces aquí?
- Me llamó tu madre
- ¿Cómo? ¿Mi madre? ¿Para qué?
- No se fía de ti
- ¿Por qué has venido Miguel?
- Porque no me fío de ti
- Estoy hecha un lío
- Ya lo sé 
- ¿Has venido a reírte?
- Sí. Bueno, en parte. También he venido a decirte que ese tío no es una buena idea
- Qué sabrás tú…
- Bueno soy tu ex. Algo sé…¿Cuál es tu plan exactamente? Recorrer medio mundo para decirle ¿qué? ¿Que le perdonas y que le quieres?
- Algo así…supongo…
- No es una buena idea
- ¿Entonces según tú debo aterrizar en Sidney y mandarlo a la mierda por capullo?
- Justo
- ¿Como hice contigo quieres decir?
- Algo parecido, sí. Pero después quiero que me escuches atentamente cuando te diga que siento mucho haber sido tan capullo. Siento haberme comportado así. Siento haberte hecho creer que no me importabas porque me importas. Sé que me porté mal. Pero si me dejas, estoy dispuesto a demostrarte que te quiero y que voy a hacer todo lo que está en mi mando por hacerte feliz. Y después quiero que me me digas que me perdonas y me quieres. A mí.
- Pero…Miguel…

- ¡¡¡No. No y no!!! Eso no pasa. Eres una peliculera.
- A ver, ¡te estoy diciendo lo que soñé!
- Miguel fue un capullo y punto. Olvídate. Y que sueñes que vas a buscar a un tío al otro lado del mundo que resulta que también es un capullo pues me preocupa bastante, Merche…¿Eres idiota o qué? 
- Jaja ¡ya! ¡pero imagínate!
-No me lo quiero ni imaginar…
- ¿Pedimos otra?
- Sí…será lo mejor…"

"Estaba a punto de descubrir que el contenido de aquella caja era una simple fotografía. En ella su padre saludaba a la cámara y su madre lo sostenía en brazos mientras el pequeño Juan sonreía con su único diente de leche. Una fotografía, nada más. Por ella fue capaz de cruzar un océano y recorrer un continente. Subir a las alturas y descender a los infiernos de la sociedad chilena. A lo mejor resulta que el viaje era la verdadera recompensa."

"No hubo una sonrisa de vuelta a ese comentario. No hizo falta. De repente volvían a ser los de quince años atrás."

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVI)

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Los primeros 5 minutos de la película Up. Cómo lo entienden los niños y cómo nos encoge el corazón a los mayores

Que mi madre me ayude a subir todas mis pinturas del trastero. Y volver a manchar

Que la frase que me dijo Willy “A los 20 se habla de bares, a los 30 de restaurantes y a los 60 de médicos” resulte tan cierta

En un abrazo, cuando las manos en la espalda se detienen un momento y aprietan fuerte antes de soltar

Los vídeos con textos e imágenes de Playground que en 30 segundos te dejan siempre pensando

Sentirme como una niña con mis tenis nuevos

Esa canción. Que suena en ese justo momento por la noche. Cuando ya no te apetece hablar. Ni pensar en nada

Cumplir cosas de la lista de antes de los 30

Cuando la persona que te atiende es muy amable

Ponerle el plástico en la silla a Martina porque llueve y que se oiga un amortiguado "Oh no..."

Salir a la calle por la mañana y que justo enciendan las luces. Como si lo hiciesen para ti

Un grupo de whatsapp en el que los viernes haya que mandar audios cantando motivadas. Porque es viernes y porque hay que cantar más, coñe!

Que Manu me obligue a cogerle por FaceTime aunque este en el trabajo sólo para enseñarme a Roque

Tres policías hablando y riendo por la calle. Una rubia, una morena y una pelirroja. Los ángeles de Charlie

Que Iru y Álvaro nos regalasen unas pulseras en su boda que hacen que cada vez que me veo la muñeca me acuerde de esa gran noche

Comentarle a un amigo que has vuelto a vivir en su ciudad y conteste que son “ese tipo de sorpresas que le alegran la vida a uno”

Que los niños jueguen más con los papeles y las bolsas que con el regalo

El "mi ca ca ca cabeza da vueltas persiguiéndote" de Nacha Pop y su chica de ayer

Y las primeras notas de safe and sound 

Que compartan uno de tus dibujos

Un grupo de whatsapp para quedar para ir al cine. Aunque luego desemboque en un grupo de whatsapp en el que vuelan los cuchillos

La escena de las bicicletas de ET

Y esa Banda Sonora, gracias John Williams!

En una carrera, cuando ves a lo lejos la meta y piensas “venga, ya está”

Que gane el Celta

O que pierda y aún así ver a la gente tan contenta 

La  última frase del diálogo de La gran Belleza:

-Dime una cosa, Stefà. ¿Alguna vez nos acostamos tú y yo?
-Claro que no.
-Es una injusticia. Tenemos que ponerle remedio.
-Tonto.
-Ah... Menos mal. Aún nos queda algo bonito por hacer.

Y esos planos tan grotescamente bonitos 

Cruzarme con un señor que va silbando por la calle "hace falta que te diga, que me muero por tener algo contigo..."

Todas y cada una de las estrofas de este poema:

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…

Captar instantes como este...

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JOSECHU CURIEL

Se nos fue Josechu. 
Y con él la mitad que quedaba de esa pareja espectacular que formaba con Mariate.

Después de un mensaje corto, que no por esperado fue menos doloroso, la conversación se inundó de fotos y recuerdos. Y es que era imposible no querer al bueno del tío Josechu. El de la sonrisa perpetua y la palmada en la espalda. 

Imponente atleta que tan pronto jugaba al balonmano o al baloncesto y lo ganaba todo como iba con la selección de lanzamiento de jabalina porque entrenando en el campo de la lado, devolvió una e hizo tan buena marca que tuvieron que ficharlo. Capitán de la selección española de rugby, aún cuelga su foto en la cafetería del Colegio Mayor Cisneros donde viví un año y algún ex colegial me contó cómo se le recordaba por su simpatía y su inigualable carisma.

Aventurero total. Decía un compañero suyo que Josechu descubrió 40 años antes que él que lo de ser economista es un coñazo. Así que optó por ser eso que ahora llaman “emprendedor”. Regentó todo tipo de negocios: inmobiliarias, hostelería, toallas…Un visionario que, mucho antes de que llegase esta ola de la nueva cocina y las flores comestibles, se comía los geranios en su restaurante Charlot. 

Josechu cocinaba paellas para 100 en su querido Bouzas y el espectáculo no era lo buena que estaba sino verle mientras la hacía. Le echo un chorro de coca cola y te imito a John Wayne. Pásame esa peluca y si no hay cenicero a mano, no pasa nada que eso al arroz también le va bien. Nunca probé una igual.

Al tío Josechu te lo encontrabas a rebolos por el suelo jugando con sus nietos y no te extrañaba. Porque muchos años antes había hecho lo mismo con nosotros. Nos dejaba alucinados cuando se “hinchaba” el bíceps, o, a petición popular, se sacaba la camisa y se quemaba los pelos del pecho ante los ojos atónitos de los pequeños y los gritos de fondo de Mariate. 

Ay Mariate…la conversadora total, tenía en este un buen compañero de aventuras. Josechu y su sinfín de anécdotas que se encargaba de aderezar y narrar con todo lujo de detalles a cualquiera que se sentase a su lado. Josechu se liaba a veces. Y se aliaba siempre con lo mejor de cada casa. Créanme que semejante cantidad de aventuras no surgen sólo de día. Mariate esperaba. Y aunque a veces desesperaba, Josechu siempre volvía con algo que contar y esa sonrisa otra vez. Entonces quién se iba a resistir?

Josechu supo, como todos, que aquí estamos de paso…pero al contrario que el resto, hizo algo al respecto. Vivió la vida como le dio la gana. Y disfrutó de ella al máximo. Un adelantado a su tiempo, él decía que había nacido 30 años antes. Pues también te marchaste antes de tiempo, tío.

Con lo que le gustaba disfrazarse…tuvo que irse en plenos carnavales. 

Todos lloramos a Josechu. Como todos lloramos a Mariate. Porque en este mundo traidor en el que vivimos, ellos son de ese tipo de personas especiales, peculiares, con una personalidad fuera de lo común, que hacen que la vida sea mucho más divertida. 

Estoy convencida de que le aparecerá a Mariate, donde quiera que esté, y ella le preguntará que dónde se había metido. Él, optimista hasta la médula, le contará que se lió un poco pero que todo bien y todos bien. Sobre todo esos 4 hijos que nos dejan como testimonio de la pareja irrepetible que fueron y a los no podemos querer más. Y sin embargo para ellos no tenemos ningún consuelo. 

Adiós tío Josechu. Gracias por ser como fuiste. Dale un besiño a Mariate de nuestra parte y miéntele diciendo que estamos todos muy bien. Aunque os echemos de menos todos los días y nos hayáis dejado un vacío tan grande.

Os queremos. 

Hay familias y FAMILIAS. Qué suerte la mía. 

Hay familias y FAMILIAS. Qué suerte la mía. 

LA CHICA DE LA CAFETERÍA

La chica de la cafetería me dijo que tenía que pedir en la barra. Fue lo primero que dijo con esos ojos caídos y ese desdén que luego descubriría son marca de la casa. Yo así lo hice: "Un té verde con limón, tostada con tomate y un zumo de naranja por favor".

Había que supermineralizarse y multivitsminarse como Súper Ratón. Paso a la mesa y espero con mi libro. Es mi momento y nadie me lo va a arruinar. Pero vuelve. El desayuno es hasta las 13:00 así que te lo tengo que cobrar por separado. Ah! -le digo- y cuánto es?. Como si me importase. Llegados a ese punto me podía decir "Pues 1 millón de euros" que yo iba a pagarlos. Había venido a desayunar. Al margen de las promociones y al margen de su careto. Yo estaba muy feliz porque iba a empezar mi happy hour. Así que la escuché mientas narraba con ese desdén y esos ojos caídos lo que costaba cada ítem del pedido por separado con la mejor de mis caras (que sábado por la mañana no es que sea excelente, lo admito). Y con actitud bastante riquiña (porque a veces puedo llegar a ser bastante riquiña) le dije que no pasaba nada.

Y desayuné. Y no pensé un segundo más en la chica de ojos caídos. Y leí. Y reí. No lloré porque fue todo bastante simpático. Tanto en los chats como en el libro, donde el protagonista está reconquistando a la chica. Todo bien. Todo estupendo.

Llega la hora de pagar y me atiende otra chica con desdén. Ahí es cuando averiguo que es marca de la casa. Le digo lo que tengo que pagar. Por separado. Porque ya me había quedado claro que no era un desayuno. Que a las 13:30 no se desayuna. Y en eso no les quito razón. Y cuando me disponía a pagar la multa por desayunar a deshora oigo desde atrás la voz de la chica de ojos caídos que dice con su voz de desdén, mientras barre y mirando al suelo: "Cóbrale 3,35" Yo no es que sea un hacha en cálculo mental pero caigo en la cuenta que es una cantidad inferior a la suma de los ítems por separado. Me estaba cobrando el precio de desayuno. La miro. No me mira. Le doy las gracias. Sigue sin mirarme y dice "Nada"

Y me fui. 

Y no es que este encuentro haya marcado mi vida pero no puedo dejar de pensar qué cojones gana la gente con actitud de mierda...si al final va a ser riquiña! Séalo desde el principio, coñe! Que cuesta bastante menos que la diferencia entre lo ítems por separado y el precio del desayuno. Se lo aseguro. 

PAULINO RAMOS

Paulino esperó a que la chica se bajase y cuando desapareció por el portal instintivamente miró hacia atrás. Es algo que la gente del sector suele hacer. Muchas cosas olvidadas muchas veces.

Se percató que había un pequeño neceser. Alzó la vista hacia el portal pero ya era demasiado tarde. La chica había desaparecido. Alargó el brazo hacia el asiendo de atrás y lo cogió “Las mujeres…todo lo que llevan, hay que ver…” Pero había más. Lo que parecía un pequeño tarjetero blanco. Observó que estaba muy gastado. Se intuía el dibujo de una bicicleta y estaba pegado varias veces a modo de remiendo con celo y cinta roja de PVC. Lo abrió. Muchas tarjetas. De visita, de crédito, sanitaria, de Multiópticas, de Iberia…Por fin encontró el DNI. Era de Vigo. “Mi madre” pensó. “Estará aquí de visita? Y si tiene que viajar?” 

Con paciencia, bajó de su coche y en el portal hizo un cartel con lo primero que vio. El folio en el que se pedía a los vecinos que cerrasen la puerta al salir le valió. Le dio la vuelta y puso el nombre de la chica despistada que de gallego tenía más bien poco acompañado de un simple mensaje: LLAMA, URGENTE.

Paulino vio la hora y continuó. Había cumplido y aún quedaba noche por delante. 
“Dormirá y me llamará” pensó. 
Y esperó.

Pero esa llamada no se producía.

El día después de salir, la actividad se reduce al mínimo. Bajar a la calle? Sólo si es estrictamente necesario. O si te ha entrado remordimiento de conciencia cuando el sol se cuela en una habitación donde se intuye que la noche anterior fue larga. El viernes te aprovisionas para el fin de semana. Compras pizza por que te conoces, pero también ensalada porque crees que, a lo mejor, de una vez por todas, lo consigues. Dos buenos tomates y un bonito del Norte de los de bote que te sale más caro que haber salido a cenar fuera. 

La chica, o más bien la tipa, porque un sábado por la mañana no es chica, es tipa, comió su ensalada y se congratuló por el buen devenir de los hechos. Incluso lo contó a sus amigas. Lo bien que estaba a pesar de las horas anteriores tan oscuras y divertidas.

Paulino siguió esperando. Hasta que, preocupado por lo que pudiera estar sufriendo la pobre chica (para él aún no era tipa, simplemente era una chica bastante despistada) al creer que se había quedado sin cartera, decidió pasar a la acción.

En este punto de la historia tiene lugar una labor de investigación por parte de Paulino, que en su tiempo libre a lo mejor es investigador privado, que la tipa no tiene ni idea de cómo se desarrolla.

Entonces la tipa recibe una llamada hostil. 

“Apunta este número de teléfono” 
Y ella, como no quería problemas, lo hace. Se pregunta por qué hace caso al señor este que le lleva 8 años y al que tanto se parece. Esto lo piensa en dos milésimas de segundo. Y luego dice “Quién es?” "Es el taxista que tiene toda tu documentación" "qié dices??" "No te habías enterado? Eres la hostia" Se ve el señor este no conoce la regla de la no salida al exterior al día siguiente.

Paulino por fin recibió esa llamada.

La tipa le dio las gracias. Muchas veces. Con esa misma voz que pone de cuando quiere pedir perdón. Le llamó su salvador y le dijo que había gente buena.

Paulino le explicó todo lo que había hecho por ella. El cartel, buscar el número. Y le señalizó su preocupación “Claro es que tienes todo aquí yo pensé a ver qué hace esta muchacha” La tipa no se sentía digna de ese título de muchacha. Era una tipa. Estaba de resaca. Y cada flashback de la noche anterior la sumergía más en su tipez.

Paulino le explicó con mucha dedicación dónde vivía. Y ante el desconcierto de la tipa porque era la primera vez que escuchaba este lugar, se ofreció a llevárselo él mismo en su coche particular pues su turno ya había acabado. La tipa, que aún tenía un poco de dignidad, le dijo que ni hablar de eso, que salía para allí.

Cogió otro taxi y le contó la historia, claro. Porque a la gente buena, hay que anunciarla.

Paulino no quiso coger el dinero de la recompensa. 
Paulino devolvió la identidad y la chapa y pintura a la tipa que volvió a confiar un poco en su suerte*

La tipa, la que escribe, hoy ya un poco más cerca de ser persona, le está enormemente agradecida a Paulino.

Por ahorrarme el disgusto. Por ser más majo que las pesetas. Por darme su tarjeta. Por mostrar verdadero interés cuando le dije que le dedicaría un blog como pago por sus buenas acciones. Y porque, además, por una carambola del destino el señor de gafas oscuras no se enteró de nada así que también me evitó varios comentarios del estilo: “E-res-un-pu-ñe-te-ro-de-sas-tre”

Gracias Paulino Ramos!
Gente como tú hace que siga confiando en que hay que seguir confiando.

*La tipa se ha convertido, pocos días después de esta historia, en la única persona que conoce a la que han multado en el Metro de Madrid habiendo pagado el viaje. Por otra parte 2 días seguidos esta semana le saltó Juan Luis Guerra al entrar en el metro así que podríamos decir que la suerte de la tipa es algo cambiante…

 

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXV)

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Volver a desayunar con los habitantes de mi antigua casa

Ese primer contacto del avión en tierra que por un lado es amargo y por otro un alivio

Pedirle un beso a Roque y que se acerque a ti y muy concentrado choque frente con frente

Pedírselo a Martina y que te eche los brazos y te lo de mojado y con onomatopeya “mmmmmmmua!”

El “ay” que se me escapa cuando escucho las primeras notas de la banda sonora de Star Wars y veo esas letras gigantes otra vez en la pantalla de un cine

Reunirse con los de verano en diciembre

Que Marta me cuente entre risas que de las mejores cosas de la maternidad es que que te da todo absolutamente igual. El sentimiento de culpa desaparece y haces sólo lo que te apetece

Cuando por delante de la luna llena pasan nubes y parece una película de terror antigua

Pesadilla antes de Navidad, que sigue siendo tan buena tantos años después

Mi bisabuela poniendo como ejemplo la calle de Vigo donde vivo porque sus aceras tienen un camelio, un naranjo, un camelio, un naranjo...

Pensar en todas las veces que volví a casa de padres por esa acera. Pensando en lo que pasó esa noche, viendo ese mismo socavón, esa misma baldosa mal colocada y bajo una medio lluvia tan viguesa

Que el camarero de la Trastienda me diga que hace mucho que no me ve. Que dónde me meto. Supongo que nadie le pide más tapas de queso por la cara

La doctora contando cómo a ella y a su novio los miraba la gente por la calle con sus jerséis navideños a juego. Las mujeres con expresión de “Qué mooooono" los hombres con un “Pobrecillo"

Cuando nos desprendemos de un grupo grande. Después de muchas horas. Y decidimos tomarnos una copa en petit comité. Y entonces empiezan las conversaciones de verdad

Que cierre la cremallera del vestido

Que la señora que calceta acierte siempre con los regalos y me ofrezca un caldito cada vez que llego a casa.

El cartel de mi portal, al que se le ha roto la N. Y el lugar de Feliz Navidad leo Feliz Vanidad

Y todas esas personas que decoran sus casas en estas fechas con tanto esmero

La gracia que le hace al jefe, cada vez que va al al baño de su cuarto y me ve tumbada en su cama viento la tele, decirme "QUEEE Piraña!!! Vives como Dios!!" Ca-da-vez. 

La sintonía de Farmacia de Guardia que me teletransporta automáticamente a mi infancia

Que Roque flipe cada vez que consigue apretar en botón del mando con su dedo rechoncho y al cambiar de canal me mira como diciendo “Mira lo que hice!"

Tradiciones como empezar el año con el Concierto de Primero de año de fondo

Y esas palmas en la marcha Radetzky que siempre motivan

Que Martina llame a su padre, a mi hermano, por su nombre de pila. Y que a él le haga tan poca gracia

Volver a coger la moto e ir a ver el mar

Escribir el discurso de la boda de Alvarez e Iru. Tan facil...

Leerlo, no tanto…

Volver a pintar. Volver a manchar. Volver a borrar. Volver a frustrar. Volver a elegir. Volver al color. Y a ese blanco salvador. Volver a firmar.

Que siempre, irremediablemente, haya la comida que haya el día uno enero, alguien diga “Pero de esto ya no queda??"

Los parches que me hace la señora que calceta en los pantalones, siempre con tela escocesa.

El cartel de led de Maracaibo que dice “Tu cafetería en la Alameda" y estar un día 1 enero pensado cuantas copas tomé ahí, en mi cafetería de la Alameda

Que David nos vea entrar en su bar y nos suba las copas sin que las pidamos y también los altavoces. Y entonces empecemos a poner y a cantar temazo tras temazo hasta que nos venimos muy arriba. Tanto como para que la gente de la calle se nos una. Tanto como para subir a una silla y que las otras tipas con las que me estoy dejando la garganta, me vayan poniendo banquetas a modo de pasarela y que milagrosamente no me caiga. Todas esas cosas hacen que la vida con mis amigas valga mucho la pena

Recordar cuando los Reyes eran verdaderamente Magos. Con aquellos niños que juraban haberlos visto y describían sus ropajes, esos otros que, ante la duda, creían firmemente pues cómo iban a tener sus padres dinero como para comprar tantísimos juguetes, o aquel que explicaba que claro que existían, porque a él le habían traído una hermanita. Esas dos copas de champán en lugar de 3 y aquellas tinas de agua para camellos. La emoción de esa noche y el canguelo de pensar que 3 señores iban a aparecer en tu casa. Y el miedo a que no hubiese absolutamente nada, como el señor de gafas oscuras aseguraba que le pasó un año. Entre todas, mi favorita es aquella compañera que me contó que Baltasar le había dado un beso porque por la mañana tenía negro en la mejilla. Se ve que el pobre hombre desteñía…

YO AL 2016 LE PIDO

Al año le pido que no pase muy rápido. Pero tampoco muy despacio.

Le pido que venga con buen tiempo cuando tiene que hacerlo y que llueva los domingos por la noche.

Que me haga chocarme con gente interesante. Que me mantenga tan ocupada como para no pensar en los que no merecen la pena.

Le pido planes divertidos. Y alguno de esos de 8 de la tarde sin previo aviso, aún con la mochila del trabajo y con cara de cansada. Esos que te hacen sentir que al menos has aprovechado ese martes que parecía tan ordinario.

Al 2016 le perdono las resacas por adelantado. Soy así de comprensiva.

Le pido que me deje ver a mis sobrinos y me haga estar en casa cuando llegue el nuevo.

Al 2016 le pido que la batería me dure más. La del móvil y la mía propia. Que los días malos me lleven al calendario y a base de cálculos concluir que son sólo cuestión de tiempo.

Eso le pido al nuevo año también. Tiempo. Justo un poco menos de del que necesito. Pues dicen que es la clave para conseguir cosas. No tener tanto como para perderlo. 

Al 2016 le pido espacio. Con luz suficiente para pintar, para ordenar y estar. Tanto en mi cuarto como en mi cabeza. Pero también le pido que la distancia no exista cuando piense en Vigo.

Le pido seguir con mi memoria selectiva.

Le pido hacerme un poco más vieja y, espero, un poco más sabia.

Le pido unos 30 a lo grande. 

Al año que viene le pido paz mental y alguna batalla emocional. 

Le exijo 366 días. Que no falte ni uno. Ya decidiré qué hago con ellos sobre la marcha. Por de pronto, seguiré tratando de ser feliz.

Pero en realidad, más que al nuevo año, todo esto me lo pido a mí.

Pues que tengas un feliz 2016, Carmen. Sólo depende de ti.

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXIV)

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La gente que lee en el metro. Muy concentrada. Y se agarra con una mano a la barra y se balancea al ritmo del tren. Y tú piensas que no están aquí, apretujados en este vagón, sino muy, muy lejos.

Cuando el débil se sale con la suya

Los padres y madres que acompañan a sus hijos pequeños al colegio y cargan con sus diminutas mochilas

La señora de las castañas que me ve pasar con la maleta y me grita "A la playa! A la playa!!!Buen Viaje!!!"

El otro día, cuando sonó "Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid" mientras esperaba el metro

Una señora en el metro borrando concienzudamente el sudoku al tiempo que niega con la cabeza y chasca la lengua en señal de desaprobación

El violinista con bastante jeta que se me acerca y toca hasta que me saco los cascos y cuando por fin le hago caso empieza "Por una cabeza" y yo, claro, tengo que darle algo porque me ha alegrado el viaje

El hipnótico movimiendo del anticongelante en la ventanilla del avión mientras despegamos

La sobrecargo diciendo que como "conoce la condición humana" y sabe que alguien aún no lo ha hecho que por favor pongamos los móviles en modo avión

En el andén, una niña que va sentada al revés, me mira desde el vagón y me saluda con una sonrisa a la que le falta una paleta. Tiene una trenca azul con cuernos de las que molan. Se apoya en su madre y le pregunta las paradas que quedan para bajarse. Tiene acento andaluz y es puente así que debe estar de visita. Al irse se despide de todo el vagón. Pienso que a lo mejor es algo que deberíamos hacer más. Si me despido de los del ascensor, por qué no iba a despedirme de los del vagón? "Oigan, que yo me bajo ya pero espero que tengan una buena vida señores!"

El policía que se acerca a la sala donde estamos trabajando y dice que ya está bien, que ha pasado 6 veces por delante y cree que ya hemos trabajado suficiente, que por el amor de Dios, es Navidad! 

Y todas las veces que los americanos dicen "it's ok" y lo dicen de verdad

Escapada rural y al bajarse del coche mirar al cielo y ver millones de estrellas

Volar sobre el mar de nubes cuando está amaneciendo o atardeciendo y percibir la forma redondeada de la Tierra. Y al fondo esa línea que divide lo terrenal de lo divino

Cuando ves una ciudad desde el aire. Y todas esas pequeñas cajas. Digo, casas. Y alguna piscina. Y piensas en toda la gente que vivirá en ellas. Ajena a que tú les estés observando desde arriba

Esos momentos (no muy frecuentes) en los que eres consciente de que estás bien. Con el mundo en general pero sobre todo contigo

Que en un avión haya wifi

Que en un avión no haya wifi

Cuando el cocinero corta muy fino y muy rápido la verdura

Que por fin llegue esa barra que tanto tiempo llevas esperando en el Tetris

El cielo azulísimo de Vigo

Ver huellas en la nieve e imaginarse quién ha pasado por ahí antes que tú

Los jabones, champús, cremas, pastas de dientes y demás productos que fabrican en formato miniatura para viajar

Cuando en el baño hay jabón y el secador de manos funciona de verdad

Trivial y Gin Tonics

Los carteles en los que pone EXIT en rojo luminoso

Querer añadirle una "o" al final Y que señalen el camino del EXIT-O

Las pizarras con tizas

Cuando ves aparecer tu maleta en la cinta 

El color gris con sus millones de tonalidades

Cuando alguien te dice "te quiero" y no lo esperas

Saber que en pocos días vuelvo a casa como el turrón

La historia detrás de La Chacona de Bach que tan bien cuenta James Rhodes en Instrumental

TEN CUIDADO

Estoy sentada en un Vips deleitándome con un desayuno americano como premio porque me han perdido la maleta. Para quien no haya estado nunca, es un lugar que suele estar lleno de gente y concretamente de gente pequeña, de niños amantes del ketchup y el azúcar, con las mesas muy, muy juntas pero sirven rápido y la calidad precio es buena. 

A mi lado se sientan dos chavales de unos 16 años. Un poco macarras. O tal vez es el acento. Dicen por favor y gracias a la camarera. Pero entonces empiezan a hablar.

Algunas de sus frases me despistan de mi lectura. O será que atravieso una etapa del libro en la que el protagonista narra unos hechos bastante desagradables de su infancia y no quiero atender porque no puedo entender. Sea como fuere, acabo por prestar atención a la conversación de estos dos sujetos. 

Hablan de lo que hicieron ayer. De con quién está saliendo no sé quién. De que se emborracharon demasiado…hablan de chicas, claro. Son jóvenes y llenos de granos. Hablan de chicas, mucho. Y hablan de chicas, mal. Ninguna es guapa o simpática. Todas están “locas” son “gordas” o “engendros”. Hasta el punto de que ni el alcohol consiguió que la “pobre” chica de ayer triunfase con el de mi izquierda porque según relató él mismo, ante la disyuntiva pensó “Mira porque eres fea…porque con el pedo que llevo si no te entraba” Había otra también. Otra que estaba mucho más buena. “Sí, pero es una calientapollas” “Sí ,no? Me han dicho que es una guarra"

Y aquí ya no puedo más.

Les pido disculpas porque no he podido evitar escuchar su conversación pero “Madre mía, vaya forma de hablar de las chavalas, no?” les digo. Me rehuyen la mirada, claro. Me dice “Bueno…es nuestra conversación” Pero aún sabiendo que tiene razón, que es una conversación privada, continuo sabiendo de antemano que poco voy a conseguir. “Piensa que a lo mejor acabas babeando por alguna de ellas…o peor, a lo mejor alguna de ellas es tu hermana, o tu prima…o tu hija” Entonces me viene a la mente el vídeo que circula donde una niña habla a su padre antes de nacer. Un vídeo duro. En él se cuenta cómo por el simple hecho de ser mujer, antes de los 14 años, te van a llamar puta. Se relata en primera persona cómo algo inocente, una broma, un mote, una mala borrachera con un mal acompañante puede marcar a una mujer. Es real. Tenemos que andarnos con mucho cuidado. Siempre vigilando. Siempre desconfiando. Hasta el punto de llamarte “amargada” o “estrecha”. Entones me viene a la mente la discusión sobre la violencia machista. Entonces me viene a la mente que yo misma estoy segura de haber hablado mal sobre alguna de mi mismo género. A la edad de estos dos que tengo al lado, lo normal es poner etiquetas. Entonces me doy cuenta de que poco hemos avanzado si generación tras generación se van a repetir los mismos errores. 

Poco hemos avanzado si cada mujer que llega a un puesto de poder va a decirse que está “malfollada” cada vez que actúe de forma tajante. Poco hemos avanzado si cada niña pequeña que tiene carácter es una “marimandona” y cada niño con las mismas cualidades es un líder. Poco hemos avanzado si una mujer que hace lo que le da la gana es “ligerita” y un tío que se acuesta con todas es un “campeón”. Poco hemos avanzado si a cada hombre que cambia un pañal, da la merienda y baña a sus hijos se le hace la ola y a cada mujer que trabaja y no cocina se le mira raro. Poco hemos avanzado si seguimos cobrando menos. Yo no quiero que nos regalen puestos en listas electorales. Quiero que estén los mejores, sean del género que sean. Pero también quiero que todos seamos conscientes de que hay un momento en la vida de la mujer en el que se le obliga a decidir entre un desarrollo profesional o una familia. Poco hemos avanzado si las que tenemos que renunciar somos siempre nosotras. Poco hemos avanzado si la historia se repite. Si los que hoy son hombres hechos y derechos siguen consintiendo que sus amigos hagan bromas burdas sobre este género que es el mío y que de débil tiene poco. Pero seguiremos siendo vulnerables si seguimos educando sólo a las niñas en el “Ten cuidado” y no hacemos lo mismo con los niños en el “Ten respeto”

Poco hemos avanzado.

Me puse los cascos y seguí con mi vida. No me apetecía nada seguir escuchando sandeces aunque les había dejado tan descolocaos que creo que no se atrevieron a insultar a ninguna chica más. Hoy. Pero seguirán haciéndolo. Estoy convencida de que me pusieron de amargada para arriba. Y parte de razón tienen. Me amargaron el desayuno. Con lo que me gusta a mí desayunar... 

Al irse, uno de ellos se despidió con un irónico “Adiós amiga”
Yo le contesté “Adiós amigo” y para mis adentros pensé…”Ojalá tengas 4 hijas. A lo mejor entonces te acordarás de la loca del Vips que te dijo que no está bien insultarlas”