Has decidido volver a escribir y lo has hecho en domingo. Con lo poco que te gustan.
Pero es que lo has apuntado en tu nueva "Libreta de quehaceres" en la que el primer punto de la la lista es "terminar esta libreta" y sólo podrás tacharlo cuando de verdad lo cumplas. Mientras tanto date pequeñas satisfacciones como es el subrayar con fosforito "lavadora" cuando la pones o incluso "pintar uñas" para no dar mal ambiente. Es un buen método para cumplir con todo y con todos. Y sobre todo es un buen método para que dejes de dispersarte y hagas todo a medias sin hacer nada del todo bien.
Vivan las libretas y vivan las listas.
Y es que como te dijo hace unos días Carolina Díaz del Río "ya está bien". Ya está bien de que no escribas, de que te dejes llevar y no pares, te sientes, analices y resumas. Porque bien sabes que es la forma de hacer las cosas y de que estructures un poco tu cabeza. Ya está bien de que te quejes continuamente y de que acabes concluyendo que no tienes razón y de que partes con mucha ventaja, así que menos llorar y más espabilar. Intenta que no se te olvide...si hace falta apúntatelo.
Hace poco caíste en la cuenta de que empezaste a escribir porque tu memoria es un fraude. Y claro, sin memoria no se va a ningún lado porque no se puede evolucionar sin saber qué ha pasado antes. Así que como siempre, tendré que resumirte un poco tu vida de estos meses en los que te dio por despistarte.
El verano ha sido el primero trabajando y lo cierto es que no te has dado mucha cuenta. En parte porque no estabas ni allí, ni aquí sino todo lo contrario. Dejabas la maleta un lunes y no la deshacías, hasta que de pronto llegaba el jueves y tocaba volver a volcar (revolcar?) el armario en ella para coger un tren el viernes que te llevaba a cenas deliciosas en compañía inigualable y te hacían olvidar las casi 7 horas de tren. Y vuelta a empezar. Semanas-puentes entre pequeñas dosis de Baiona que, ahora en Octubre, te das cuenta que saben a muy poco. Ah! y una amiga que se te casó y ya para siempre será la novia o la señora de Conde. Una fiesta con amigas como un oasis en medio del desierto que deja recuerdos para todas e historias comentables por los siglos de los siglos. (o al menos hasta la siguiente)
Pero empezaste a trabajar y te sentiste algo/un poco productiva. Porque no eres (ni serás en mucho tiempo) imprescindible, pero ahora se trata de aprender y absorber. Y eso intentas. Y así sigues. Hasta que vuelven tus eternas dudas.
Porque como las rebajas, las hombreras o la compañía telefónica Amena, tus "y sis" atacan de nuevo. Porque el día que tengas algo claro creo que dejarás de ser tú. Así que en esas estamos. O mejor dicho, en esas seguimos. Sin saber hacia dónde ir y ni si quiera si ésta es la dirección adecuada. Te tranquiliza ver que el resto del mundo está así. Y tu tía Guada en sus megarevitalizantes invitaciones a comer, con sus "toma más carne que seguro que estás comiendo fatal" te suelta algún "creo que les estás dando demasiadas vueltas a todo...a veces simplemente hay que esperar a que las cosas pasen e ir tirando" que te deja pensando que es muy probable que tenga razón y que eres muy pesada. Pero mucho.
Así que te callas. Dices "que narices" y vuelves a trabajar Y cumples. Y vuelves a casa. Ah! no te lo dije? ahora tienes una casa. Después de la mudanza y una visita a Ikea en la que llegaste a la conclusión de que en ese universo paralelo con el camino marcado, la felicidad es inversamente proporcional al número de bultos, os instalasteis en Donoso 20.
"Os"? Sí, tampoco te lo comenté pero te fuiste a vivir con esa tipa con la que compartiste pupitre y uniforme. Luego compartiste acuerdos y desacordes (o era al revés? da igual porque es mentira, cantar no es lo suyo) tipo de bebida y hasta teorías de la vida. Sí. Esa que ahora comparte contigo la misión:imposible que es dejar el suelo del baño impoluto después de secarse el pelo y que se caigan muchos de los ídem. Esa que murmura y sospecha de todo y de todos. Esa que te convierte a ti, A TI!! en la que piensa en positivo. JA! En fin, esa que muere de frío en el sofá y no habla pero que te hace reír con sus disparates y sus análisis de películas de después de comer como nadie, es tu nueva compañera de hogar.
(también prefiere el Espidifén al Neobrufén y hasta se lo toma caliente...vamos, que a veces te planteas seriamente vuestra amistad)
Y es un hogar grande, espacioso, en el que se escuchan las conversaciones de los transeuntes y las ventanas producen corrientes, anticiclones y borrascas...pero es el vuestro. Y lo será por bastante tiempo. Son bienvenidos.
Vigo sigue estando a 600 Km y Madrid sigue siendo Madrid aunque Jacinta te ayude a dominarlo...a pesar de su asfalto necesitado de un lifting urgente.
Sigues sin cocinar. Sigues sin carnet de conducir. Sigues dándote sustos mortales diarios creyendo que has perdido monedero/iPhone/llaves/cartera/ebook porque sigues llevando bolsos-maleta en los que al contrario que en el de Mary Poppins, las cosas no aparecen sino desaparecen.
Pero has empezado a organizarte. O al menos lo intentas. Has sido consciente de que por mucho que te lo advirtiesen y te lo advirtieses, empezar a trabajar y vivir un poco más la realidad (la tuya debería ir entre comillas "realidad"), no es fácil pero hay que intentar pillarle el tranquillo. Relativizar y seguir. Y vivir. Que al fin y al cabo tienes todo por delante. Y noches en las que se te hace de día alternando discusiones de temas serios con vídeos de Youtube, te devuelven a tu realidad. Que no es otra que la de una chica de 26 años que intenta buscar sus sitio. Pues sabes qué? descubrir cuál será también tiene su encanto.
Ah! me recuerda la que escribe que te diga que has sobrevivido a dos clases de spinning. Pero yo le digo que no flipe que probablemente hoy cenes pizza. Que puede que hayas decidido cambiar alguno hábitos...pero no dejarás de tener tus pequeñas dosis de autoengaño.