La imagen importa. Esto es así. "Claro, porque vivimos en una sociedad bla, bla, bla" Pues no sé si es por eso. O al menos no sólo por eso. La belleza siempre ha sido admirada. Y claro que los cánones de belleza en cada momento y para cada persona son distintos, pero lo cierto es que las cosas nos entran por los ojos.
Ayer me dijeron que la opinión en una entrevista de trabajo se forma en los primeros 15 segundos. Me lo creo. Puede que luego cambie, por supuesto, pero lo cierto es que una cierta imagen, una imagen cuidada, hace mucho por uno. Ya no hablo sólo del vestir (que es lo que mostramos al mundo que no nos conoce, ojo! no es moco de pavo) sino en las formas, en los gestos, la voz, la sonrisa, las miradas, los tiempos. Todo construye nuestra imagen. Y cada uno debe ser muy consciente de la que ofrece. No es vanidad, es simplemente saber quiénes somos. Nuestra imagen, nos guste o no, es una parte importante de lo que somos, o al menos de lo que el otro va a entender de nosotros, que, de nuevo, no es moco de pavo.
No es culpa de la gente si no van más allá porque tengas una imagen u otra. No seamos hipócritas. No estoy diciendo que todos tengamos que ir con traje planchado (y aún menos que te quede tan bien como a Don Draper) Estoy diciendo que puedes ir en chanclas (y no es que tenga nada en contra de esta prenda en concreto), vale, pero luego más te vale tener unos modales tan exquisitos que hagan que tus interlocutores obvien este detalle. Y se puede. Pero hay que saber. Y como todos sabemos, no muchos saben.
La educación es un valor muy importante (gracias al señor de gafas oscuras y a la señora que calceta por esas broncas en la mesa o por cada "por favor" olvidado) Y se está perdiendo. La educación y la atención a los detalles son los que marcan la diferencia en el día a día, con la panadera pero también en los momentos cruciales, con el director general de tu empresa. Al final del día agradecerás haberte comportado con la persona que te abre las puertas (en sentido literal y figurado)
Saber comportarse es algo fundamental. Hay gente muy inteligente a la que no le hace falta preocuparse ya por su imagen. Pero son pocos y nos llaman la atención por ello. Lo cierto es que pocos triunfadores tienen una mala imagen. Incluso Steve Jobs con sus jerseys negros y vaqueros está dando una imagen. La que quiere. Pero empezó dando sus conferencias con trajes. Como todos. Porque necesitamos que nuestra imagen no se interponga en nuestros objetivos. Porque necesitamos todo lo contrario, que nos ayude a conseguirlos.
Así que mírense al espejo. Hablen con sus allegados y pregúntenles qué gestos pueden resultar molestos y modérenlos. Le estará haciendo un gran favor a ellos, pero sobre todo, se lo estará haciendo a usted mismo.