ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XIX)

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Volver a subir a un columpio

Las caracolas amarillas. Y acordarme de cogerlas con la tía Elsa

Bailar como si tuvieses otra vez 16 años y agradecer llevar tenis

Hacer las paces con alguien después de haber discutido mucho 

Los desayunos en el jardín que me prepara la señora que calceta

Conseguir cerrar la maleta

Roque y Martina recién bañados, con el biberón y cayéndose de sueño  

Volver a encontrarme año tras año a los mismos en la playa. Más viejos y con más niños, pero los mismos

El pulpo á feira

Dormir después de un fin de semana de verano de muchos planes

Volver a tomarte un Colajet

Discusiones en tu cabeza donde ganas siempre con las contestaciones más ingeniosas que nunca se te ocurren en el momento oportuno 

Las hortensias

La caña de después de la playa

Organizar algo improvisado y que contesten rápido muchos "Estoy dentro" "Cuenta conmigo"

El chupete. Ese maravilloso invento

Mis amigos que se doctoran

Mi primo doctor que se casa tomando las uvas

Pararse un momento y pensar  "Esto es estar bien"

Las pipas en la playa

El vuelco que de ta el corazón cuando ves a ese alguien

Primas recordando las Semanas Santas cuando dormíamos de 4 en 4

La orilla de la Barbeira invadida por la familia con niños jugando y mayores conversando con los pies a remojo

Los primeros baños sin manguitos. Y esa cara de concentración

Acertar con una capital que te preguntan para pillar

Despertarse por la noche y escuchar entre sueños algo interesante en la radio 

El atún en escabeche de la señora que calceta

Las historias de parejas que empiezan con un "A mí él me parecía un flipado" "Y ella a mí una borde"

El mar en verano. Y en otoño, invierno y primavera. El mar siempre.

Que Amaro y su hermano toquen Turnedo y la cantemos todos

Ver amanecer mientras sigues bailando

La puesta de Sol en agosto desde el Marítimo

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