Pero a mi me gustan los colores poco saturados. Soy de grises, de ciudad, de humo, de gabardinas y de trajes. Y en medio de todo eso, una nota de color…un paraguas rojo.
"Un mundo de color"…alguna vez lo tuvimos? A estas alturas ya estaremos todos de acuerdo en que aquello no era real. Que la frase que el jefe me repite cada vez que voy a salir, "La vida no es esto" es muy cierta. Que basta ya hombre! Que de esto saldrá algo bueno y es que se va a hacer una buena purga. Dónde quedó la meritocracia? la perdimos. Que vuelva. "El que es bueno lo es en todas partes" pues a eso hay que aspirar. A ser los mejores. Nos habíamos olvidado de lo que es la cultura del esfuerzo. De que las cosas cocinadas a fuego lento saben mejor. De que quien algo quiere, algo le cuesta. Por supuesto que tenemos que luchar por nuestros derechos pero la indignación contra los de arriba, a pesar de ser necesaria, no va a resolver todos tus problemas. Y ahora mismo, a corto plazo, tenemos muchos. O es que es así como se vive en realidad? con un montón de pelotas en el aire, haciendo malabares, conteniendo la respiración para que no se caigan todas al suelo? Como un castillo de naipes? No puede ser. La realidad debe ser algo así como un juego de construcciones. Con una base sólida, poco a poco, pieza a pieza.
En Europa hablamos de eso que resuena tanto, "el estado del bienestar", en la Constitución de los Estados Unidos hablan del derecho a la felicidad. Expresiones que me dan que pensar. Qué es estar bien y qué es la felicidad?
"Esto no deja de ser una Revolución Francesa moderna" decía mi tía Marta ante las continuas protestas de la gente. De la clase media. De la mayoría. Ante esa indignación que se ve, se palpa, se siente, se lee y hasta se huele. En el supermercado, en los bancos, en las noticias, en las tertulias de después de comer, en los grupos de jóvenes, el los cafés adultos. Está en la calle y en tu casa.
Ahora mismo, mejor no hacer ningún plan. Vivir al día a día. Salir con amigos, tomar un café, ir de copas, trabajar, cambiar, pensar, sortear los baches, sobreponerse, vivir, decidir tener un hijo, volver a estudiar o empezar un negocio...no hay buen o mal momento. El momento es el que es. Y punto.
Hay que seguir viviendo. El mundo no va a parar de girar por estar en crisis. Al contrario, la maquinaria debería ponerse de nuevo en marcha. Los motores están algo oxidados porque nos habíamos centrado en la carrocería. Las respuestas? Yo no las tengo. Ni ni nadie. No te fíes. Eres tú y nada más.
Yo sólo tengo preguntas. Y me temo sólo van a ir aumentando a medida que encuentro respuestas. Pero de esto se trata, de encontrar soluciones a los problemas.
Hay que trabajar y si no te dejan, intentarlo en otro sitio. Intentarlo todo. Intentar lo impensable. Intentar lo imposible. Si no es ahora, cuando? En el momento de no pensar. Es el momento de fallar. Fallar mucho. Fallar cada vez mejor. Es momento de tomarse las malas noticias con calma y de seguir. "Keep calm and carry on"
Y cómo salimos de esta? pues paso a paso…o mejor dicho, pasito a pasito. Uno y después otro. Hacia delante. No vamos a volver a lo de antes pero tampoco nos vamos a quedar aquí. Por mucho que me gusten los grises este es demasiado oscuro. Ni si quiera se sabe qué es. Porque este es un momento de incertidumbre donde la gente está decidiendo hacia dónde tirar. Dónde hay un rayo de Sol?
Esta terrible incertidumbre no puede durar para siempre. Alguna puerta hay que escoger. Seguramente muchos fracasen y entonces...habrá que volver a intentarlo.
Somos una generación ("la generación de la crisis" como nos bautizará algún sociólogo espabilado) que sabíamos, o creíamos saber lo que nos tocaría. Presupusimos que todo iba a ir a mejor. Y por qué? quién garantiza eso? desde luego no la Historia de la que parece no aprendemos…
Simplemente porque llevaba 40 años ocurriendo. Cada generación prosperó con respecto a la anterior. Padres que trabajaban para mandar a sus hijos a la Universidad…Ay! la Universidad, sinónimo de éxito. Porque lo de que "los libros os harán libres" no es ninguna tontería! pero ahora resulta tenemos a demasiada gente libre. Ojo! MENOS MAL! Estoy encantada de venir de un lugar donde la gran mayoría de la gente tiene acceso a "la" educación. La de todos.
Pero somos una generación que, al contrario que la anterior, no sabe dónde va a acabar. Crecimos con todo a nuestro alcance pero ahora se nos niega el futuro que nos correspondía. Y por qué? Porque crecimos en una mentira. A los siguientes no les pasará porque estarán todavía más preparados, porque el conocimiento no puede pararse con nada, ni si quiera con una crisis mundial. Para entonces el sistema habrá cambiado. El cambio de esquema es lo que rompe todo. A todos. Porque adaptarse es muy complicado. Es lo más difícil. Hace tiempo que vengo confirmando que es la mayor virtud en el ser humano. El que sepa adaptarse saldrá exitoso de esto. El que siga llorando no. Y ojo! esto lo digo sin trabajo y ninguna perspectiva de futuro. Sólo con la ilusión de saber que en algún momento se me dará la oportunidad de demostrar lo que valgo. Porque lo valgo. Porque lo valemos. Todos tenemos algo que nos hace valiosos. Sólo hay que encontrar qué es y explotarlo. Hay que ser listos. Hay que conocerse. Muerte al autoengaño. No sé qué va a ser de mí. No sé qué va a ser de nadie! confío en la gente y en sus habilidades, nada más. Lo cierto es que la Suerte es un factor que influye, no vamos a engañarnos. Pero la suerte se busca. "Conozco a mucha gente lista que ha fracasado. No conozco a nadie trabajador al que le vaya mal" me dijo un día Manu. Es así.
Vivo en un país donde el problema es que somos muchos y muy preparados y cada uno quiere su trozo. Pero antes lo que se repartía era una tarta y ahora es un bollo de pan reseso. Ni eso quieren darnos? Venga hombre! Que me devuelvan el dinero! No hay? Pues entonces que me devuelvan la ilusión y las ganas!!
Hay que lanzarse. No hay coste de oportunidad. No vas a perderte nada. No vas a desperdiciar el trabajo de tu vida por atreverte a perseguir un sueño, más bien al contrario, puede que sólo así llegue. Vivan los emprendedores. Qué bonita palabra! "emprendedor" Emprendamos y prendémonos. Ilusionémonos con algo que sea sólo nuestro y no heredado.
Ya...lo que tú quieras…pero ahí está ese gran interrogante…Y ahora qué? Pues ahora mismo toca esa frase tan manida y cierta en momentos de cambio: Renovarse o morir. Intégrate o desintégrate.
En fin…lo cierto es que por mucho que intente pensar en positivo y hacia delante, a pesar de mi tendencia a todo lo contrario, la gente está apagada. Porque parece ser que el mundo era Times Square con sus anuncios gigantes y brillantes y ahora descubrimos que tenemos que pagar la factura de la luz.
Y entonces decimos esa frase tan de padres..."Que no somos de Fenosa!!"