NOPAJ

Japón ha puesto todo del revés.

Me ha puesto a pensar tras unos días de no hacerlo. Tienen que ocurrir cosas así para que reflexionemos sobre el "big picture" que dicen los ingleses?...pues tristemente, parece que sí.

Viene una ola y se acaba todo. Literal.

Entonces volvemos al punto 0. Al de la supervivencia.

Entonces ya no dudas sobre qué hacer cuando acabes la carrera, si ha sido penalti, qué marca de detergente comprar o si quieres tener otro hijo. Te paras. Tu vida se reduce. Tus perspectivas se desvanecen. Porque entonces sólo estás tú con tu propia y verdadera existencia.

Volvemos a luchar para sobrevivir. A buscar agua y comida. Y luego piensas que hay mucha, muchísima gente que vive ahí. Y que todas las discusiones y reflexiones que hacemos versan sobre una vida que no es la de toda la humanidad sino la de una minoría.
Porque de pronto eres consciente de que estamos habitando este mundo como una plaga. Porque somos muy listos. Y nos creamos unas realidades que vivimos creyéndonos lo que nos cuentan. Lo que nos contamos. Pero lo cierto es que todo es mucho más sencillo, primitivo y despiadado.

Los japoneses han puesto todo del revés. Donde se esperaban llantos y saqueos, vemos humanos o humanoides asimilando lo que les ha tocado vivir. Vemos gente con miedo pero no un miedo apasionado, no una trsiteza desmedida...puro autocontrol. Me dan miedo los japoneses. Me da miedo una cultura tan distinta a la mía. Será eso. Que no lo conozco. Y a lo desconocido lo respeto y lo temo.

Me acuerdo de La gran ola de Kanagawa y pienso. Que todo es muy absurdo. Que seguimos discutiendo de fútbol, tomando copas y decisiones mientras al otro lado del mundo se desata una crisis nuclear. Y me acuerdo de Sor Argentina defendiendo este tipo de energía. Y de mí misma pensado en ella como el futuro. Y pienso. Pienso que a los humanos puede que todo se nos vaya de las manos. Que a lo mejor lleva mucho tiempo yéndosenos de las manos. Pero a la vez recuerdo que catastrofes han ocurrido y ocurrirán siempre. Y de todas nos hemos repuesto. Somos una raza que se ha hecho con el dominio del planeta. De este planeta Tierra que nos manda un mensaje claro: No os quiero aquí.

Esto no ha sido Haiti o Indonesia donde teníamos la posibilidad de ir contra el sistema (que cómodo siempre. Qué fácil. Qué liberador) "porque son pobres y las estructuras frágiles y es que hay que ver...si esto pasa en un país desarrollado pues claro...bla bla bla..."

Esto es Japón. El más preparado. La mejor tecnología.
Es el mundo contra lo mejor de los hombres (contra esos superhombres que arriesgan sus vidas por salvar millones)
Y nos gana.
Por goleada.
Aquí es cuando entra el miedo.

Y luego están los muertos. Reflexionar sobre los muertos del terrorismo y los muertos por catástrofes naturales. La pena es la misma. La rabia no. En los últimos sólo hay impotencia y miedo. En los primeros volvemos a tener la posibilidad de castigar a nuestra especie. Somos capaces de lo mejor y de lo peor. Tal vez seamos a los que haya que temer más que a la Naturaleza. Seguramente.

Y por último, lo peor. Las desgracias? Las historias? No. La incertidumbre. El peor de los estados. No puedes mirar hacia delante, no puedes afrontar los hechos. Simplemente te mantienes en el alambre. Por cuánto tiempo? No mucho. Se necesita información. Hoy día no sé si tenemos poca o demasiada.

Japón ha puesto todo del revés. Japón se ha movido. Japón se ha inundado. Japón se ha contaminado. Japón está muy lejos. O tal vez no tanto.