RECORDATORIO PARA TI. ESPERO QUE SEAS RICA

Soy una procrastinante sin remedio.

Cuando escribir esto (que no sé ni lo que es) se convierte en una obligación…malo.

Voy a procurar hacer un recordatorio para mi yo futuro. Porque será agradable ver cómo era ese yo más joven, más inocente, con mucho más tiempo por delante y menos arrugas…no me odies, lo hago por ti. Porque tu memoria de pez hace que te asombres cuando te cuentan la misma anécdota por 5ª vez y lo que es peor, te acaben diciendo “pero si tú estabas”!!  Así que mejor escribimos lo poco que te ocurra.

Has seguido discutiendo de fútbol. Todavía más si cabe. Te has puesto muy triste por la eliminación del Barça de la Champions a manos del futuro entrenador del merenguismo (más de lo que debería un ser relativamente racional, como te consideras) pero muy contenta con la Liga. Muy mucho (también más de lo debido). Pero como dicen que lo primero es asumir que tienes un problema, has llegado a la conclusión de que pierdes los papeles con el deporte este con 22 tipos y una pelota…qué se le va a hacer. Podía ser peor

Tienes el cuarto hecho un desastre y por extensión tu vida lo es bastante también. Todo comenzó a la vuelta se Semana Santa. Deshacer la maleta nunca se te dio bien y se te han juntado 3 viajes por deshacer.

El primero a Lisbua. Hemos decidido que es una gran ciudad. No te doy más datos. Tienes que volver. Pero si puede ser a una habitación que no implique 4 literas y 8 niñas con sus respectivos baúles de ropa, mejor

El segundo a un festival en Murcia. Tampoco puedo decirte mucho de esto. Las imágenes y los sonidos son vagos. Sé que te lo pasaste bien. Eso seguro. Y que te reconciliaste un poco con esta comunidad de la que tantas veces renegaste. 

El último fue el más increíble. Resulta que uno de tus mejores amigos se ha casado. Resulta que has ido a una boda en la que la media de edad eran 25 años. Resulta que los novios parecían de un catálogo de una conocida cadena de grandes almacenes. Resulta que se estaba tan bien...que te reencontraste en Tenerife 4 años después con los mismos que te acompañaron en la desvergüenza de ir disfrazados de pollos con gripe aviar. Te paraste un momento y miraste alrededor. Y ahí estabais todos pero en un contexto bastante más digno que el del Colegio Mayor con las habitaciones llenas de gente con minis y Estopa sonando. Las risas, las mismas, pero la vestimenta, la música de fondo, la terraza, las Doradas, los cócteles y el recordar cada poco “Ostrás ,es que se ha casado” te hizo ver que las cosas cambian. Que ya están cambiando. 

Y ahora te encuentras en tu enésima etapa de exámenes. Estás convirtiendo el no-estudio en un arte. A las ya conocidas fórmulas de pérdida de tiempo, estás añadiendo algunas nuevas y casi todas absurdas.

Blanca ha vuelto a hablarte de esa tal C. que supuestamente debes conocer, pero que en realidad sólo sabes detalles de su vida, de su triste vida, porque no paran de hablarte de ella. Te preguntas cómo es posible saber tantos datos sobre alguien que ni se imagina que pueda ser tema de conversación pero que, de hecho, lo es. De muchas conversaciones.

Me dirijo a ti C.: sé muchas cosas de ti. Sé demasiadas. Me gustaría no saber ninguna pero lo cierto es que conozco aspectos de tu persona que ni imaginas. No te pongo ni cara pero sé que tu vida es triste. Lo cual supone un consuelo para todas aquellas personas que piensen que sus vidas son tristes porque ya ves, estoy escribiendo de ti. Te has convertido en Trend topic en mi vida. Así, por las buenas.

Porque así es este mundo global e internáutico en el que vivimos. Inmediato e incomprensible.