De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el morado en todas sus versiones (lila, violeta, berenjena...) No es que me moleste que de repente el color de los curas en Semana Santa esté en los escaparates de Zara. Me he acostumbrado a su presencia e incluso me he comprado alguna que otra prenda de este color. Pero no me emociona. No consigue atraerme de primeras casi nunca. Y digo casi porque hay una ocasión en la que la alegría por encontrar este color es mayúscula:
- Cuándo? los domingos después de salir
- Dónde? en la despensa
- En forma de qué? de chocolate
Milka Choco-Swing
Fueeera!!!
- Por qué? Mmm....
Me da igual reconocerlo, la vaca antinatural (con manchas moradas) no me paga pero me hace feliz. Provoca en mí la misma sensación que cuando, de repente, sin saber por qué, a la máma se le cruzaba el cable y compraba Nocilla. El encontrarla en la despensa era equiparable a descubrir un tesoro. Y te callabas. Y a escondidas te hacías un sandwich después de haberla calentado ligeramente en el microondas (llegando a convertirse a veces en salsa de chocolate) y untabas hasta los bordes y lamías el cuchillo y te manchabas cara, manos y ropa. Y dejabas todo perdido. Pero qué felicidad...
Cuando tuve poder adquisitivo para costeármela, ya no fue lo mismo. Porque la sorpresa de que aparezca sin ser esperada era parte del encanto de la Nocilla. Igual que ahora cuando veo la bolsa de la compra y me deslumbra ese morado terrible. Lo cojo, como un premio y ya empiezo a pensar en esa laaaarga tarde de domingo viendo películas de después de comer y vegetando sin parar. Haciendo expediciones a la cocina para coger "una, bueno no mejor 2, bueno venga 4 onzas" Lo escondo en el armario de la vajilla fina (la de Navidad), justo de encima de la despensa (ese en el que todos escondemos los tesoros., menos mi padre. En definitia lo escondo del señor con gafas de sol) y lo disfruto a cada mordisco. Chocolate y galleta. No hay mejor combinación.
Pero tiene que aparecer. No vale comprármelo.Así que en esta última visita al hogar, me lo llevé. "esto lo quieres?" ESTO??? por favor un respetito. "pues claro que lo quiero"
Y aquí sigo...dosificándolo al máximo. Porque pasará tiempo hasta que vuelva descubrirlo en la despensa.
Mmmmm....