SI, ME DESPERTÉ

Y es que resulta que he obligado a todo ser viviente en mi casa a que me despierte, sea la hora que sea. Por qué semejante castigo? pues porque tengo exactamente el cuádruple de posibilidades de volverme a dormir que de despertarme a tiempo.

Es una enfermedad que vengo desarrollando desde mis tiempos preadolescentes, cuando mi malhumorada a la par que agradabilísima, bella y estupenda (la Navidad se acerca) madre, me acababa diciendo en tono nada agradable que me levantase de una vez.


No puedo culparla. Según ella siempre era "la quinta vez que te lo digo, me voy eh???me voy!!!". Pero para mí siempre era la primera. La versión maternal cuenta que en el inicio me hablaba en voz dulce y melodiosa, me daba un masajito en la espalda y se iba a arreglar. Ni un sólo recuerdo de esos instantes. Cuando recuperaba la consciencia (porque cuando duermo me sumo en un estado semicomatoso) todo eran gritos y malas caras. Terrible forma de empezar el día.

Este verano descubrí que no todo el mundo se levanta con los ojos pegados. Esto fue muy fuerte. Imaginad toda vuestra vida creyendo que era lo normal. No poder abrir los ojos. A veces conseguía abrir uno y el otro se quedaba guiñado. Como si estuviese viendo algo en la lejanía o flirteando continuamente. Pues mi madre se dio cuenta, a mis 23 añitos, de que eso no era normal que debía "tener ojo seco". La solución tenía un nombre y era Vispring. Sí, ése del anuncio del tipo que va a una entrevista de trabajo después de haber salido la noche anterior y bailar como un pailán??...ése.

Qué ocurre entonces? pues que no sé dónde está el maldito vispring. De vez en cuando lo veo por mi cuarto o en la mochila pero nunca está donde debe que es en mi mesilla.

Pero no le podemos culpar sólo a él. Otro de los sujetos con gran culpa de mis prolongados y errantes despertares es "series yonkis". No voy a comentar nada al respecto. Sólo diré que desde que apareció en mi vida, nunca volví a ser la misma.

Y todo esto viene porque quería hacerle un homenaje a esas tres personas que viven en Eloy y procuran que me levante de la cama; Ceci, Cova, tú...pues que gracias. Por esa paciencia demostrada desde las 7:40 de la mañana. Cova se ríe, Ceci me va anunciando la hora en bajito a lo que respondo con unos "gracias" y un levantamiento de mano en plan "está todo ol rait", que nadie se cree, y la otra me amenaza, "es la última vez que te lo digo!!!sabes qué hora es???"
Pero todas lo intentan.

Hoy quería estar pronto en la facultad. No se consiguió. Pero casi.

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