Cómo me gustan estas fotos.
En la casa de Jaca nos lo pasábamos como enanos. De hecho, lo éramos. Íbamos 15 días en Julio, tres Garcías (mi madre, Pinky y Toya), con la abuela, la bis(abuela), mucho niño, sin tele y sin móviles...meu deus!
En el viaje, Manu de copiloto y Santi y yo, detrás, preguntando en la Avenida de Madrid si faltaba mucho para llegar. Y tanto que faltaba, 12 horitas de ná.
Qué recuerdos. Recolectando mariquitas en tarros, cientos! de colores rarísimos. Jugar en la calle a polis y cacos con los de Zuera, los 10 hermanos más altos que vi en mi vida, dar conversación al ciego de dos casas más para allá, colgarnos en el árbol del jardín, ir a la piscina olímpica de 50 metros con mis manguitos de corcho amarillos, era inmensa! Patinar sobre hielo, Santi haciendo piruetas al minuto de entrar en la pista, ir a Sabiñánigo a ver al tío Luis, qué tío más entrañable! Recibir, un 16 de Julio, un coche teledirigido, regalazo de mi padre. Ir en bici con mi madre en una sillita forrada con un polo de los niños de rayas azules y verdes, escuchar la radio, pasar los días sin hacer nada, duchas con la manguera, tranquilidad...
Pero, como dice la canción "en Macondo comprendí, que al lugar donde has sido feliz...no debieras tratar de volver..."
Se quedará en un buen recuerdo...
En la foto, Rafa, Jacobo y Manu. Por si acaso con esas cariñas de no haber roto un plato, no se les reconoce.