Ir al cine es un planazo. Siempre y en todo lugar. Me encanta ir sola, pero si voy acompañada, no soy muy dada a los comentarios, ni muchísimo menos a las preguntas explicativas en medio de la película. Eso sí, siempre, SIEMPRE necesito comentarla después.
Me encanta. Simplemente me encanta el ritual. Desde la cola donde oyes los comentarios del resto de la gente sobre tal o cual película, "me han dicho que es malísima", "un poco lenta", "a mi hermano le encató"...hasta comprar gominolas (no soy de palomitas pero no las veto), dar la entrada "sala 2, bajando a la derecha", y entrar en la oscuridad. Una sala llena hasta la bandera o una de la sesión de las 16:30, donde estás con otros poscomidos solitarios. Los nervios, sí, digo bien, nervios previos a que se encienda el proyector.
Y empieza la función, el primer sonido de los anuncios, "por favor apaguen sus teléfonos móviles", o aquellos clásicos en los que te pedían que dejases la sala limpia, (qué gran pérdida aquellas salas-teatro...el Fraga, el Plata...), "mooooovie records!"....los avances de películas que te hacen pensar lo bien que estaría que este invento costase la mitad...y ahora sí, el sonido como de vinilo, la sala muda y sin darme cuenta estoy dentro. Dentrísimo.
Y lloras, ríes y te emocionas. Me agarro las rodillas y cierro los ojos, suelto algún suspiro, me muerdo el labio inferior, alguna mirada furtiva a las compañeras de al lado, a la sala en general. Los ruidos y las toses se van perdiendo. Y no oyes nada más que a esos seres gigantescos que te hablan a ti.
Y llegan los créditos. Y se acabó. Las luces se encienden y te dan ganas de quedarte en esa butaca tan genialmente cómoda para procesarlo todo. Incluso volverías a verla.
"Nos vamos?"...y entonces el éxtasis: "Pero cuando dijo...", "Y esa frase...", "Y la escena de...", "Me encantó", "Me gustó"...qué bien, qué bien, qué bien!!
El subidón del cine sólo es comparable al de una buena novela. Pero en el primero compartes la experiencia con otros. Conocidos o desconocidos, da igual, a la salida siempre miras alrededor y ves a gente satisfecha, con cara de "sí, yo también lo vi". Es una experiencia genial. Me llena. En serio, VIVA EL CINE!!
P.D. La opción y la compañía de ayer, insuperables. "el secreto de sus ojos" es un películón. Thriller, drama, romance sin besos...hartamente recomendable. Y Darín...ay Ricardito!...eres la versión mejorada y latina de George Clooney, con ese "asento" y esa sonrisa pícara que te desmonta...